«Mi desilusión por Hollywood sigue creciendo»
El mítico intérprete vuelve a las pantallas con el papel de un hombre enfrascado en un tormenta en 'Cuando todo está perdido' Robert Redford Actor
LOS ÁNGELES.Actualizado:Decir Robert Redford es provocar en cada persona una emoción diferente. Sus películas, en mayor o menor grado, le pertenecen a él, pero el protagonista ya es de la audiencia. Pocos actores tienen una conexión tan directa con sus admiradores y aquellos que lo consiguen terminan definidos como estrellas. Esta semana Redford nos lleva al mar en 'Cuando todo está perdido', un filme sin diálogos donde el personaje, sin nombre, pide perdón en una carta. Lo que sigue es una lucha templada entre el ser humano y la naturaleza, entre este Redford de 77 años y una tempestad que trata de tragárselo.
-En un esfuerzo por combatir la naturaleza el ser humano entrega hasta su última gota de vida. ¿Es este filme un evento filosófico?
-Es una película existencial. El hombre se esfuerza por combatir el poder de la naturaleza y no hay nada más fuerte. Me pareció interesante la posibilidad de interpretar a un individuo que no espera la tormenta, sino que lucha contra ella, pero no es una historia filosófica.
-¿Se metió en el personaje como un actor de método?
-Me resisto a describir mi forma de trabajar, no sé lo que significa ser actor de método. Yo, cuando interpreto, doy lo mejor de mí mismo. Lo que más me gusta de esta pieza es que J. C. Chandor (el director) escribió un filme que él entendía completamente. Él tiene un amplio conocimiento sobre navegación y ha creado una historia tan dramática como posible, real. Como actor, el mayor reto fue crear un personaje sin la ayuda del diálogo.
-La cinta le enfrenta a dos grandes temores del ser humano, el miedo al agua y el miedo a los tiburones...
-Sí. Es la sensacion de soledad del personaje ante la inmensidad del mar. No puedo imaginarme lo que tiene que ser estar perdido en un océano sin poder poner los pies en el suelo. Ese es un gran elemento del filme.
-La película comienza con la carta de su personaje pidiendo perdón, una frase muy poderosa...
-Siento que si hubiéramos dado más, habríamos distraído al público del propósito de la historia. Cuando pide perdón reconoce que lo ha intentado todo, te permite imaginar que hay una familia involucrada, que no es una persona egoísta, que no ha matado a nadie, pero que ha fracasado en su intento y en su viaje. Todo eso fue suficiente para mí.
-En 'Gente corriente' hay dos personajes. Uno muere porque se rinde y el otro vive porque resiste hasta el final. ¿Cuándo sabe uno hasta dónde tiene que aguantar?
-Dios mío, no lo sé. Es una buena pregunta, existencial en sí misma. Supongo que puedes hacer ese paralelismo, creo que depende de las circunstancias y lo que tengas por lo que luchar. ¿Quieres agarrarte a un mal matrimonio? Sin embargo, si tienes uno bueno, pero con problemas, merece la pena salvarlo. Te estoy dando ejemplos que no son mi caso. Yo tengo un matrimonio estupendo y estoy felizmente casado. Lo que quiero decir es que depende de las circunstancias, unas veces merece la pena aguantar, resistir. Otras, no.
-Sería usted un buen superviviente. ¿Se parece a su personaje, que sabe y entiende todas las instrucciones de cada manual?
-No (se ríe). No puedo leer instrucciones. No tienen ningún sentido para mí (sigue riéndose a carcajadas). Leo instrucciones y pienso: ¿que están diciendo? Necesito que alguien me muestre lo que hay que hacer o inventarlo sin leerlo, pero no, jamás he disfrutado leyendo instrucciones porque sé que a quien las escribe yo no le caigo muy bien (se ríe).
-¿Dirige con la misma ilusión?
-Me mueve mi pasión por contar historias, por el medio ambiente, por las artes, por la vida, aunque ha crecido mi desilusión por Hollywood. Ya no existe una industria real, al menos no de la manera en que era antes.
-Usted cambió los pinceles por el cine. ¿Por qué abandonó su deseo de ser artista?
-El arte se consideraba algo trivial, necesitaba una motivación que yo no tenía en aquellos momentos. Siempre he ido un poco por libre y en mi juventud me sentía un rebelde por mi sensibilidad.
-¿Por qué le gustaría ser recordado?
-Sí, en eso sí he pensado. Me gustaría ser conocido por mi trabajo en el cine y como ciudadano. También me gustaría ser recordado como un buen padre de familia. Eso es todo, todavía hay muchas cosas que quiero hacer en la vida, así que espero que no haya llegado mi hora, estoy aún disfrutando y no quiero premios, ni reconocimientos, simplemente, que se valore mi trabajo, eso es más importante que cualquier símbolo.
-De las películas que ha rodado, ¿cuál es su favorita?
-No estoy tratando de ser políticamente correcto, es que todas me gustan por algo. Tal vez la más divertida de rodar fuera 'El golpe'. Y entre mis favoritas tengo títulos como 'Todos los Hombres del Presidente', 'El candidato', 'Los tres días del cóndor' y 'Quiz Show'.