CEOE propone bonificaciones fiscales para transformar la economía sumergida en regular
La patronal plantea una reforma fiscal que rebaje el IRPF y Sociedades, suprima el impuesto de Patrimonio y mantenga los tipos actuales del IVA
MADRID.Actualizado:La patronal no quiere ni oír hablar de nuevas subidas de impuestos en el marco de la reforma integral del sistema tributario que prepara el Gobierno de Mariano Rajoy. CEOE tomó posición ayer ante la inminente propuesta que el grupo de expertos que preside el catedrático Manuel Lagares trasladará al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y que servirá de base para diseñar la fiscalidad de la etapa post-crisis. La apuesta de los empresarios pasa por una rebaja general de las cotizaciones sociales y también de los principales impuestos directos (IRPF y Sociedades); por suprimir el impuesto de Patrimonio y por no tocar los tipos del IVA para no dañar el consumo interno.
Ante este escenario, la gran pregunta que emerge es: ¿cómo compatibilizar una rebaja general de gravámenes con el necesario aumento de la recaudación, que el Estado necesita como agua de mayo para sanear las cuentas públicas? La respuesta de CEOE es que ambos objetivos pueden conjugarse mediante una lucha sin cuartel contra la economía sumergida que propiciaría un ensanchamiento general de las bases imponibles que, a su vez, redundaría en una mayor recaudación. El presidente de la patronal, Juan Rosell, abogó en la presentación de su propuesta por «poner ahí todo el énfasis». Destacó que hay «un porcentaje muy alto de la actividad española, que algunos analistas cifran en el 20% y otros incluso en el 25%» que se desarrolla en negro y pidió al Gobierno dar «pasos incentivadores para convencer (a sus responsables) de que deben regularizarse».
Rosell aclaró que CEOE no es, con carácter general, una organización partidaria de las bonificaciones. Sin embargo, entiende que la capacidad de aumentar la recaudación por la vía de seguir subiendo tipos fiscales está agotada. De ahí que «en este caso» plantee el diseño de «alguna pequeña ayuda» que incentive la regularización de la actividad que ahora escapa al control estatal. El presidente de la patronal no concretó si su organización ha cuatificado el beneficio que podría derivarse de iniciativas de esta naturaleza. Se limitó a sentenciar que «los números cuadran siempre y cuando haya mucha actividad económica».
La patronal sí dio algunas pistas de algunos sectores que podrían beneficiarse de incentivos como los que propone. Juan Rosell citó el caso del empleo doméstico y explicó que hay en España unas 400.000 personas que cotizan a la Seguridad Social por estas actividades, mientras que el INE estima en 700.000 las ocupadas en este sector. Y sugirió que establecer una bonificación en el Impuesto sobre la Renta para los empleadores que den de alta a sus asistentas podría ser un revulsivo para hacer aflorar mucha actividad sumergida. «En algún país del norte de Europa se ha hecho y con buenos resultados», destacó.
En la misma línea, la presidenta de la Comisión Fiscal de CEOE, Pilar González de Frutos, aludió a la posibilidad de premiar con «bonificaciones en el IRPF» a quienes presenten facturas de determinados servicios (no concretó ninguno, pero se refería a sectores como fontanería, electricidad, albañilería, reformas en el hogar...). Su idea es que eso animaría a los consumidores a exigir facturas y así afloraría mucha actividad ahora irregular. «Tenemos que acabar con la pregunta con IVA o sin IVA», sentenció Rosell.
CEOE aprovechó la presentación de sus propuestas para la reforma fiscal para reclamar la bajada de dos puntos en las cotizaciones sociales que el Gobierno prometió en 2012 a los empresarios. «Que se aplique ya», pidió González de Frutos.
En cuanto a grandes tributos, pidió revertir el llamado gravamen complementario del IRPF que instauró el Ejecutivo del PP al llegar al poder y que ha elevado el tipo general hasta el 52% en el tramo más alto (56% en Cataluña). La patronal recordó que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro dijo que esta medida «era temporal» y ahora la ha extendido a 2014.
Los empresarios pidieron «eliminar» el impuesto de Patrimonio, porque afecta al relevo generacional en las empresas familiares. «La transmisión patrimonial no debe ser gravada», plantea CEOE.
También abogaron por rebajar los gravámenes de Sociedades que pagan las empresas, al efecto de acercar «el tipo nominal al real». «El IVA ya está alineado con la media de la UE y no debe cambiarse», señaló Rosell, que tampoco es partidario de suprimir con carácter retroactivo la deducción por compra de vivienda.