«Confiaba en el buen hacer de mi marido» se convirtió en el refugio de la infanta durante el interrogatorio, en el que respondió a centenares de preguntas sin contradicciones, pero con muchas evasivas
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AMOR CIEGO Y SORDO
«Confiaba en el buen hacer de mi marido» se convirtió en el refugio de la infanta durante el interrogatorio, en el que respondió a centenares de preguntas sin contradicciones, pero con muchas evasivas