Vuelta a la cruda realidad

La reacción del Atlético Sanluqueño está aparcada. Al menos de momento. Es esa la conclusión que se sacó ayer en El Palmar tras consumarse una nueva derrota de los verdiblancos en su estadio. Esta vez el verdugo fue la Balona, uno de los equipos más solventes a domicilio. No hubo perdón.

En una desapacible tarde marcada por el viento y la insistente lluvia, sanluqueños y linenses se pusieron el traje de héroes para combatir las inclemencias meteorológicas. Los tres puntos se antojaban claves para ambas escuadras. Los locales porque querían acercarse a la permanencia después de la celebrada victoria en Córdoba ante el filial blanquiverde. Los visitantes, por su parte, porque no podían perder de vista la zona de 'play off' de ascenso a Segunda después de los dos últimos tropiezos en el Municipal de La Línea.

Para la ocasión, Puma, que ayer tuvo que ver el partido desde la grada por sanción, puso de inicio al mediocentro navarro Beñat Alemán. Era la principal novedad de un once en el que también estaban fichajes de invierno como Fernando Molero, Antonio Moreno, Amado y el ariete Alberto Antón. Blanco y Juanse, otras dos incorporaciones, esperaban desde el banquillo de la suplencia.

Rafa Escobar apostaba por colocar al juvenil Blas en el once. En cambio, Chema Mato, Sergio Ortiz y Hugo Díaz se quedaban esperando su oportunidad. Y en el marco, donde los dos guardametas llegaban con problemas víricos, Mateo tomaba el mando.

La cita comenzó con un claro empuje local. Chakir avisó con un disparo muy flojo a los segundos del inicio de la contienda. Eso sí, más clara fue su ocasión cinco minutos después desde el vértice del área, pero Mateo sacó una mano descomunal para enviar el esférico a córner.

Tras el agobio de los primeros compases, la Balona se fue adaptando al bien cuidado césped del Palmar. Bien es cierto que los campogibraltareños no generaban peligro, pero los apuros habían pasado.

Mateo tuvo que intervenir poco antes de la media hora, mientras que Poley y Chakir también probaron fortuna, pero las fuerzas se habían igualado. Eso sí, el desequilibrio pudo llegar si el testarazo de Carlos Guerra a los 29 minutos se hubiese alojado en el fondo de las mallas. El travesaño lo evitó.

El más listo de la clase

Bien distinta fue la segunda mitad. Los balonos salieron convencidos de sus posibilidades y merodearon el gol en varias ocasiones. Ramiro tuvo en sus botas el 0-1 en dos ocasiones, pero Molero y Dani, este último en el momento clave, lo evitaron.

El portero cordobés del Sanluqueño sacó una manopla providencial poco después (64'), mientras que Copi probó fortuna de cabeza (70').

Del Sanluqueño, muy voluntarioso en todas las acciones, poco se sabía en ataque. La intención no era suficiente.

Hasta que llegó el jarro de agua fría. Una falta lejana fue aprovechada por Hugo Díaz para superar a Fernando Molero con una vaselina (77'). El habilidoso atacante, que salió como revulsivo en la segunda parte, se benefició de una indecisión entre los centrales y el guardameta para colocar el 0-1. Duro mazazo para un Sanluqueño que se había mostrado firme atrás, con un Dani colosal en los cruces hasta ese momento.

De ahí al final, los locales buscaron el punto con ímpetu, pero los blanquinegros no concedían ocasiones. Es más, Hugo Díaz tuvo opciones de sentenciar. No fue así y Antón, que le pegó con el alma, estuvo cerca de empatar en la prolongación.

Los puntos volaron del Palmar hacia La Línea. La Balona se aferra al sueño del 'play off' y para el Atlético Sanluqueño, con suerte, la distancia con la salvación puede ser la misma al término de la jornada. Mientras hay vida, hay esperanza.