Triunvirato en la cabeza de la Liga
El Barça, que golea al Sevilla con un doblete de Messi, vuelve a beneficiarse de una decisión arbitral
Actualizado:Un Barça camaleónico, muy práctico y que jugó a la contra, no sólo salió vivo de un naufragio casi seguro en el Pizjuán sino que goleó y se llevó tres puntos que le arman de moral, tras un mes de enero cargado de dudas, y que le vuelven a situar al frente de la tabla. La Liga tiene un triple empate en la cabeza, que promete emociones fuertes de aquí al final del campeonato.
Emociones fuertes experimentó también el cuadro catalán en el estadio de Nervión, ya que empezó perdiendo, rozó el descalabro en la primera parte, pero con oficio, paciencia, una ayuda arbitral y el doble acierto de Messi al contragolpe, supo voltear el resultado y acabar el partido con una tranquilidad que se antojaba imposible en el inicio.
Como ocurrió el miércoles pasado en la Copa en el penalti no señalado a Vela con 0-0, el Barça se encontró este domingo con un nuevo capote arbitral que le salvó de la UCI. El partido iba 1-0, el Sevilla se estaba adaptando mucho mejor al terreno encharcado y los azulgrana se ahogaban entre la tormenta. No encontraban la manera de adoptarse al terreno y poner un patrón de juego. El Sevilla, en cambio, nadaba como pez en el agua. Presionaba arriba, apretaba con el juego subterráneo a ras de hierba y, con el cuchillo entre los dientes, era mejor. Ganaba los combates en las distancias cortas y sus puntas le metían una velocidad que superaba a la débil defensa azulgrana.
Emery planteó una lucha bajo la lluvia y en ese escenario no hay nadie mejor que Rakitic. Pelea, corre, va al suelo, llega a portería. lo tiene todo. Al cuarto de hora, pisó área, buscó el uno contra uno, Bacca dejó pasar, Vitolo encontró a Alberto Moreno, quien de tiro raso sorprendió a Valdés. El empuje andaluz tenía su merecido premio. Cinco minutos después, en plena verbena colectiva azulgrana, Bacca tuvo el 2-0 con un cabezazo que estrelló en el poste. Los de Martino estaban contra las cuerdas. Sin ritmo, perdían el balón muy rápido y no podían con la presión sevillista. Estaban asustados del juego eléctrico y directo de los andaluces. Iniesta y Xavi no ponían la pausa y Messi seguía al paso. Apático, ausente, como si la guerra no fuera con él. Sobre la media hora, Rakitic, en medio de la empanada blaugrana tuvo el 2-0.
Pero no acertó y ahí se acabó el partido para el Sevilla. Porque casi a la siguiente jugada, Messi botó un golpe franco, Alexis partió en fuera de juego muy claro y de cabeza/espalda hizo el empate. No puede decir el Barça que no esté teniendo suerte con los colegiados en los últimos tiempos. Cuando peor estaba, el juez de línea se tragó la posición adelantada del chileno y dio alas a los de Martino en el 33. Los azulgrana habían hecho una primera parte de horror y sin embargo estaban vivos. La jugada del empate es de esas que marcan un partido. Inseguro en defensa, blandito en el centro del campo y estéril en ataque, el Barça vio la luz con el gol de Alexis, que niveló las fuerzas. Al Sevilla le entraron las dudas y el cuadro catalán en cambio se asentó algo más. Cogió aire, confianza y los charcos del campo ya no se le atragantaban tanto. Cerca del descanso, una contra culminada por Messi, en la primera que tuvo, acabó de tumbar al Sevilla, que no había dejado huecos hasta entonces y que en su único despiste se llevó el tanto del argentino.
Tras la reanudación, el Sevilla trató de mantener la presión. Vitolo, Bacca y Gameiro pudieron hacer el empate porque la defensa blaugrana seguía siendo un desastre. Sin embargo, las contras de los hombres de Martino tenían veneno. El partido estaba roto y en aguas revueltas quien suele pescar es Messi. Sobre el 55 culminó un contragolpe y cerró el encuentro. Cesc dio la puntilla casi al final.