Sacyr oficializa la paralización de las obras del Canal de Panamá
Los contactos entre las autoridades y el consorcio se limitan ya a los abogados, aunque nadie da todo por roto
MADRID.Actualizado:Como era previsible, ayer se escenificó la paralización oficial de las obras de ampliación del Canal de Panamá, después de que el consorcio liderado por la constructora española Sacyr y la italiana Impregilo confirmara la «suspensión» de todos los trabajos 'sine die'. La clave, como ya viene insistiendo en los últimos días, es «la falta de apoyo financiero para continuar».
Ese respaldo, insisten desde el contratista -el Grupo Unidos por el Canal (GUPC)-, debería ser refrendado casi a partes iguales por ellos mismos y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). De hecho, en su oferta postrera presentada en las últimas horas insisten en ese aspecto, si bien también anticiparían la devolución de algunos adelantos ya abonados y modificarían las fórmulas de algunas garantías de pago.
Aunque sin entrar en detalles, desde el GUPC consideran que esta oferta 'in extremis' «recoge las inquietudes» de los responsables panameños, «al tiempo que proporciona los fondos necesarios para terminar el proyecto». De momento, la construcción del tercer juego de exclusas queda parada y los cerca de 10.000 empleados -la mayoría, locales- que participaban en ella continúan en sus casas un día más.
En esta especie de diálogo de sordos que vienen escenificando en los últimos días ambas partes, los contactos oficiales han quedado ya en manos de los abogados. Es el único eslabón que les une ya, por lo que la preocupación vence ya al optimismo pese a que unos y otros insisten, en sus declaraciones públicas, en que «el acuerdo es la mejor solución» -la «única», según resaltan las propias compañías-.
La Autoridad del Canal transmitió ayer a los representantes sindicales de los trabajadores que no se han roto «del todo» las negociaciones, pero sí atraviesan un momento «crítico». No obstante, les insistió en que la obra se concluirá con la misma plantilla, aunque tuviera que hacerse cargo de ella la propia Administración panameña que, eso sí, haría uso de la fianza de 400 millones de dólares que el consorcio tiene con la aseguradora Zurich.
La alternativa que manejan en tal caso es recurrir a un nuevo contratista -la multinacional estadounidense Bechtel, que también llegó a pujar por la obra del Canal en 2009, se antoja la favorita-, opción que desde el GUPC ven como «la peor salida», amén de que habría que resolver antes el contrato y, además, provocaría nuevos retrasos añadidos al proyecto. El consorcio prioriza una reivindicación: que se les abone con urgencia los 50 millones de dólares por la certificación de las obras ya realizadas en diciembre.