La Infanta prepara los últimos detalles de su declaración

La Infanta Cristina ha pasado toda la mañana de este viernes reunida en Barcelona con sus abogados para preparar su declaración judicial de mañana, cuando comparecerá como imputada en Palma de Mallorca ante el juez José Castro.

Según ha podido comprobar Efe, Doña Cristina ha llegado al bufete de abogados Roca-Junyent de Barcelona en coche hacia las 10.00 horas y lo ha abandonado con el mismo vehículo hacia las 15.00 horas, en medio de una gran expectación mediática.

El juez instructor del caso Nóos, José Castro, interrogará mañana como imputada a la Infanta Cristina para que aclare si participó en delitos de fraude fiscal como copropietaria de la sociedad Aizoon, y si blanqueó mediante gastos privados fondos públicos obtenidos de forma ilícita por su marido, Iñaki Urdangarín.

A su llegada al despacho, uno de los abogados de la infanta, Miquel Roca, ha asegurado que José Castro «es un gran juez, muy correcto» y que confía plenamente en su actuación de cara a la declaración que su representada hará mañana.

Por su parte, el letrado Jesús Silva, que comparte la defensa de la infanta junto con Roca, ha discrepado de la petición del fiscal de que Doña Cristina pague cerca de 600.000 euros en concepto de responsabilidad civil a título lucrativo, y ha insistido en que cuando «las aguas se tranquilicen» la mayoría de españoles verán que la infanta es inocente.

Según informa Europa Press, que cita a fuentes del entorno de la Infanta, la hija del Rey bajará en coche la cuesta de acceso a los juzgados de Palma. Los abogados de la Infanta no ven claras las ventajas en el gesto de bajar a pie esa cuesta, donde se agolparán los medios de comunicación para grabar el «paseíllo». De ahí que Doña Cristina se incline hoy por hoy por seguir las indicaciones de las fuerzas de seguridad, que han recomendado que baje la cuesta en coche. Aunque cuando llegue el momento, nada le impediría decidir dar la sorpresa en el último momento y recorrer a pie la rampa.

La Infanta tiene previsto volar a Palma el mismo sábado y abandonar la isla en cuanto termine la declaración, por lo que no se quedará en el Palacio de Marivent, como hizo cuando acompañó a su marido, Iñaki Urdangarin, en su primera declaración ante el juez en febrero de 2013.