Imagen de la reunión que mantuvieron Rajoy y Urkullu en la Moncloa, en junio de 2012. ::R.C.
ESPAÑA

Rajoy descarta variar su política penitenciaria pese a la petición de Urkullu

La Moncloa insiste en no valorar los temas que abordaron el presidente del Gobierno y el lehendakari por ser «un encuentro privado»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Todo apunta, al menos esa es la sensación que se transmite desde la Moncloa, que el presidente del Gobierno va a ser poco receptivo a los planteamientos del lehendakari Iñigo Urkullu sobre los presos de ETA y a una flexibilización de la política penitenciaria. «Por supuesto que no va a haber cambios ni en la política antiterrorista ni en la penitenciaria», respondió ayer un miembro del Ejecutivo al ser preguntado por la posibilidad de que el jefe del Ejecutivo atendiese la petición que realizó el jefe del Gobierno vasco.

El lehendakari apremió, según algunas fuentes, a Rajoy a mover ficha tras los pasos dados por el colectivo de presos de ETA al asumir la legalidad penitenciaria y desterrar la violencia como medio para alcanzar sus objetivos. «Estamos en un tiempo nuevo», dijo el lehendakari al día siguiente de la cita con Rajoy. La Moncloa, incluso, eludió confirmar 48 horas después de que se produjera la entrevista. El entorno del presidente insiste en no comentar la agenda personal de Rajoy. «Esa es nuestra filosofía», acotó.

Un portavoz del Ejecutivo intentó argumentar esta inusual división, sobre todo cuando se trata de gobernantes autonómicos. En las reuniones oficiales, de las que da cuenta la Secretaria de Estado de Comunicación, Rajoy aborda con su interlocutor cuestiones concretas e intenta responder a peticiones expresas. En las privadas, categoría en las que incluyen la última de Urkullu, sólo se intercambian opiniones, sobre las que no hay comentario oficial.

Aunque desde el Gobierno vasco se apunta a que avanzaron en una «gestión institucional compartida» ante el final de la violencia, el equipo más cercano de Rajoy insiste en que ignora que ese planteamiento se pusiera sobre la mesa.

La penumbra oficial sobre el contenido real de la conversación, provocó, no obstante, reacciones a su supuesto contenido. Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, exigió a Rajoy «firmeza» para rechazar el plan de paz y excarcelaciones que, supuestamente, puso sobre la mesa el lehendakari.

Desde el PP no quieren responder a los colectivos de víctimas porque el objetivo es recomponer las relaciones con estas asociaciones que jugaron un papel vital para los populares mientras estuvieron en la oposición. Se limitaron a recordar las últimas palabras de Rajoy: «El mejor homenaje que podemos tributar a las víctimas es la disolución incondicional de ETA y la derrota definitiva del terrorismo».