Nueve inmigrantes mueren en el asalto más dramático a la valla de Ceuta
Fallecieron ahogados cuando trataban de sortear por la playa del Tarajal el espigón fortificado que separa Marruecos de España
CEUTA.Actualizado:La frontera de Ceuta vivió ayer, con las primeras luces del día, una avalancha masiva de inmigrantes ilegales con el resultado más dramático que recuerdan tanto las autoridades españolas como las marroquíes. El intento desesperado de unos 400 subsaharianos por cruzar a la fuerza de Marruecos a suelo español terminó con al menos nueve inmigrantes ahogados y la sospecha de que el mar devolverá aún más cadáveres en las próximas horas.
Los centenares de subsaharianos bajaron a la carrera la falda del monte que desemboca en el perímetro fronterizo y, en distintos intentos, trataron sin éxito de franquear tanto la zona vigilada por la Guardia Civil como, y principalmente, el paso comercial que bloquean los gendarmes y militares de Marruecos.
Según la Delegación del Gobierno en Ceuta, el asalto, el primero masivo de 2014, se caracterizó por «una violencia extrema» de los irregulares, que habrían lanzado piedras y todo tipo de objetos contundentes a las fuerzas de seguridad, que repelieron la agresión con el uso de material antidisturbios.
Los subsaharianos, según las mismas fuentes, se dividieron en dos grupos para su última intentona. Uno se lanzó contra el paso comercial marroquí y el otro, el más numeroso, trató de sortear por el mar la doble valla de seis metros de alto que corona el espigón de rocas que ha dividido la playa del Tarajal, que ejerce de frontera artificial.
La Delegación del Gobierno indicó que fue en ese punto donde, según la información proporcionada por Marruecos, se produjo la gran mayoría de las muertes por inmersión. Ocurrió cuando, unos a nado y otros agarrados a las rocas, los inmigrantes trataban de pasar a territorio español, operación que impidieron unidades de la fuerza naval del país norteafricano.
Hasta el momento, las autoridades marroquíes han recuperado nueve cadáveres -ocho hombres y una mujer-, pero las labores de búsqueda continúan ante la sospecha de que la cifra de fallecidos es mayor.
El precedente
Las avalanchas sobre las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla han causado, sin contar las víctimas de ayer, 20 muertes de inmigrantes en los últimos nueve años, seis en la primera ciudad autónoma y catorce en la segunda.
El precedente más luctuoso ocurrido en Ceuta data del 29 septiembre de 2005, cuando cinco inmigrantes subsaharianos fallecieron tiroteados durante un asalto masivo a la valla protagonizado por unas 700 personas. Dos de los cadáveres fueron encontrados en territorio español y los otros tres cuerpos estaban en el lado marroquí. No obstante, los disparos mortales fueron atribuidos a las fuerzas de seguridad del reino alauita. El último inmigrante fallecido en las fronteras entre España y Marruecos se registró el pasado 5 de noviembre, cuando un subsahariano murió al caer desde lo alto de la valla durante el asalto de dos centenares de irregulares a la frontera de Melilla.
El propio delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González, admitió que los hechos podrían repetirse porque calcula que puede haber al menos un millar de subsaharianos ocultos en los bosques ubicados en las proximidades de la frontera a la espera de protagonizar nuevas avalanchas. En el caso de Melilla, quienes lo van a intentar en los próximos meses se elevan a varios miles.
La tragedia en la valla de Ceuta sorprendió a los ministros del Interior de España, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y Polonia reunidos en Cracovia para, entre otras materias, intensificar las medidas contra la inmigración irregular procedente del norte de África.
El ministro español, Jorge Fernández Díaz, que lamentó lo ocurrido en la ciudad norteafricana, dijo que los asaltos a las vallas van en aumento por la gran efectividad de los controles marítimos y por el incremento de los inmigrantes que tratan de pasar la frontera fruto de la inestabilidad política en el Magreb.