Solo dos de cada diez ciudadanos votarían hoy al PP o al PSOE
El PP, aunque retrocede, conserva una ventaja de 5,5 puntos en intención de voto sobre los socialistas en la última encuesta del CIS
MADRID. Actualizado: GuardarSi hoy se celebraran elecciones el ganador sería la abstención, ya que el 24,2% de los ciudadanos no piensa ir a votar. PP y PSOE sumados obtendrían el 22,6% de los votos o, lo que es lo mismo, poco más de dos de cada diez electores apoyarían a los dos partidos mayoritarios. Unos datos recogidos en la última encuesta del CIS y que confirman el serio retroceso de las grandes formaciones y el crecimiento del desencanto con la política, los partidos y sus líderes.
El barómetro del CIS de enero arrojó los peores resultados para populares y socialistas desde que este organismo hace sondeos. En intención de voto directo, el PP obtendría el 10,8% y el PSOE, el 11,8%. Pero tras la 'cocina', es decir después de la introducción de elementos correctores, el partido gubernamental tiene el 32,1% de intención de voto y el opositor, el 26,6%. Una diferencia de 5,5 puntos.
Son los apoyos más bajos de la serie histórica del CIS. En las elecciones generales de noviembre de 2011, PP y PSOE se hicieron con el 73,3% de los votos. Casi tres de cada cuatro votantes optaron por los partidos tradicionales; el 44,6% respaldó a los populares y el 28,7% a los socialistas. Unos guarismos hoy inalcanzables. La crisis en ambos partidos es indudable, pero más acusada si cabe en el caso del PP que ha perdido 12 puntos desde el aplastante triunfo de Mariano Rajoy hace dos años y dos meses. El PSOE ha retrocedido dos puntos respecto a aquellos comicios, y no ha logrado levantar cabeza.
La crítica situación de los dos partidos es aprovechada por IU y UPyD, sobre todo esta última, que según el CIS alcanza el 9,2% en intención de voto, punto y medio más que en el sondeo de octubre y el doble de lo que sumó en las generales de 2011. La coalición que lidera Cayo Lara consolida sus posiciones con el 11,3% de apoyo, el mismo que en el anterior barómetro y cuatro puntos más que en los últimos comicios.
PP y PSOE, sin embargo, restaron dramatismo a las cifras. El portavoz adjunto de los populares en el Congreso, Rafael Hernando, calificó de «pequeño traspié» el retroceso, mientras que el secretario de Organización socialista, Óscar López, subrayó que en intención directa de voto su partido supera al PP. El hecho de que el resultado final de la encuesta coloque por delante a los populares tiene, a su juicio, una explicación tan simple como que el estudio tiene «más cocina que 'master chef'».
Deserción en masa
Si los resultados globales son malos para los dos grandes, el estudio desmenuzado es casi peor. PP y PSOE sufren una sangría espectacular en sus electorados; solo el 39,4% de quienes respaldaron a Rajoy en 2011 volvería a hacerlo ahora. La deserción es de seis de cada diez votantes, y la mayor parte se va a la abstención, el 21,1%; el 20,5% no sabe qué va a hacer; y casi el 5% dará su papeleta a UPyD. No es mejor el panorama socialista, apenas el 40% volvería a respaldar al PSOE y del 60% de desengañados, el 21,1% no sabe qué hará el día de las elecciones, el 13,7% se quedará en la abstención y el 8,6% votará a IU.
Los líderes, además, no entusiasman ni a los suyos. El 64% de los simpatizantes del PP desconfían de Rajoy, porcentaje que se va al 78% en el caso de los socialistas con Alfredo Pérez Rubalcaba.
La gestión del Gobierno recibe el suspenso de casi el 71% de los ciudadanos, y solo obtiene el aplauso del 6%, mientras que para el 22% es regular. La oposición del PSOE también es reprobada por el 71%, apenas el 3% cree que es buena y el 23% dice que ni fu ni fa.
Las valoraciones ciudadanas tampoco son motivo de satisfacción para los dos grandes. Rajoy recibe una nota de 2,2, dos décimas menos que en octubre y una de las calificaciones más bajas de un presidente. Rubalcaba se queda en un tres raspado, una décima menos que hace tres meses. Puede servir como consuelo que ningún líder aprueba ya que Rosa Díez, la mejor valorada, se queda con 4,1, y Cayo Lara llega al 3,7.
Lo mismo ocurre con los ministros, todos suspenden. El de Agricultura, Miguel Arias Cañete, encabeza la clasificación con 3,1, y la cierra el de Educación, José Ignacio Wert, con 1,4, quizá la peor valoración recibida por un miembro del Gobierno en los estudios del CIS.