Germán y Borrego llegan al rescate

Dentro de lo malo, el destino ha sido relativamente permisivo con el San Fernando. El equipo azulino pierde a sus dos centrales titulares, Sambruno y Pelegrina, por sanción, después del nefasto encuentro en Lucena. No obstante, esta semana ha recuperado a sus dos competidores, en el dique seco en las últimas semanas por sendas lesiones pero que ya tienen el alta médica y se han entrenado con el grupo al máximo nivel. Las roturas fibrilares de Germán y Paco Borrego han cicatrizado y ellos mismos se postulan para ayudar al equipo si el míster lo ve conveniente.

Son situaciones distintas. El isleño asegura encontrarse a un buen nivel, pues sólo ha permanecido de baja tres semanas, en las que se ha batido el cobre en el gimnasio. Por su parte, el jienense ha permanecido casi dos meses en la enfermería y reconoce que no ha alcanzado el punto idóneo de forma, por lo que probablemente Jorge Herrero sea el titular en el eje de la zaga.

«Me veo fuerte para ayudar, no considero que vaya a forzar», comenta Germán, que no cree que el equipo «se resienta. Somos un grupo homogéneo, una piña y no se deben notar las ausencias». «Yo no estoy al 100% porque llevo mucho tiempo parado y se nota la diferencia de intensidad», confiesa Borrego.

Ambos, al igual que toda la plantilla, coinciden en dos puntos centrales del discurso. El primero es que «da igual que el rival sea el líder. Es una final que hay que ganar como sea, tenemos que sacar los tres puntos», reflexiona el isleño. Su compañero destaca que «nos estamos haciendo fuertes en casa y aunque sus números son excelentes, no podemos permitirnos el lujo de pinchar».

«Esa fortaleza en Bahía Sur la debemos ofrecer también a domicilio», apunta a continuación Borrego. El martes el vestuario hizo terapia junto a su entrenador para encontrar una explicación a sus pésimos resultados lejos de La Isla. Ya son diez meses sin ganar y la última salida acabó con un 4-0 en contra. «Sabemos los errores, lo hemos hablado y trabajamos para solucionarlos».

Principamente es un problema «de confianza. En Bahía Sur tenemos mayor seguridad, salimos más confiados con el apoyo de nuestra afición, pero fuera nos marcan un gol y nos venimos abajo». «Son las dinámicas que tiene el fútbol. Hay años en los que ganas casi sin querer, con un rechace o un rebote, y otros en los que todo lo tienes en contra. Pero por plantilla y cuerpo técnico no tendremos problemas para conseguir la permanencia». Precisamente esa confianza, esa dinámica positiva, es la que acompaña a La Hoya Lorca, que sólo ha perdido dos encuentros en esta competición.