PAN Y CIRCO

¿LLENAR CARRANZA? POR FAVOR...

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No sé ni cuándo, ni cómo, ni por qué, ni me importa, pero estos días ha corrido un rumor en forma de llamamiento de que como muestra de enfado con el entrenador, con los administradores, con Sinergy, con Calambur, con Locos por el Balón o con quien corresponda habría que, en señal de protesta por la no destitución de Raúl Agné, no acudir a Carranza. Así, sin más. Quedarse en casa y no ir al estadio a animar a tu equipo. ¡Manda narices! Por supuesto, dicho intento no sólo ha quedado en papel mojado sino que incluso ha motivado que se le haya dado un giro radical al mensaje por parte de los más incondicionales, al que desde aquí muestro mi más sincero respeto. Al grito de #llenemoscarranza, se ha comenzado a correr la voz para, quiero pensar, conseguir al menos una entrada más allá de los cerca de 6.000 espectadores que suelen asistir cada domingo a Carranza.

Pero es ahí donde está el tema y no es la primera vez que se recuerda desde estas páginas. Seamos serios. De entrada, este ‘estadiaco’ que tenemos en el barrio de La Laguna no es capaz de llenarlo ni Juan Carlos Aragón en verano, por aquello de que hay muchos sevillanos por nuestras tierras en esas fechas.

Y lo último, el cadismo de verdad, el de los nueve años en Segunda B, el que se ha mojado en la grada antigua de preferencia mientras veía al Mármoles Macael, el que ha sufrido el paso de dirigentes penosos y que pese a ello no se ha cansado de acudir con su bufanda a la Plaza de Madrid no hace falta llamarlo porque, entre otras cosas, ya está. El cadismo, le duela a quien le duela, no abarca más de esa dichosa horquilla de los 6.000 socios en Segunda B y los 8.000 en Segunda por eso de la provincia. No hay más. No busquen que no lo encontrarán . No lo llamen que no acudirá. Luego sí, cuando el Cádiz se ponga otra vez de moda –que se pondrá–, entonces, ir al estadio se convertirá en un acto social y habrá de nuevo que explicar a muchos/as el fuera de juego.