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MUNDO

Nuevo chantaje republicano a Obama

Los conservadores piden contrapartidas a cambio de un acuerdo para elevar el techo de la deuda y evitar un cataclismo

MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL
NUEVA YORK.Actualizado:

Una vez más, Estados Unidos está a punto de quedarse sin fondos para seguir pagando su deuda, y si el Congreso no le permite seguir endeudándose, la economía mundial podrá sufrir un cataclismo. Tal es la magnitud de las consecuencias que hasta la oposición está dispuesta a evitar la crisis, pero a un precio. Y ese precio es el que se debate estos días entre las filas conservadoras, donde los más extremistas ven en la situación una nueva oportunidad de poner al Gobierno contra la pared y sacarle concesiones.

Unos piensan que podrían obligarle a aprobar la construcción del controvertido oleoducto de crudo bituminoso procedente de Canadá, que los ecologistas consideran el más sucio del planeta. Un informe del Departamento de Estado concluye que la contaminación del proyecto sería equivalente a las emisiones de seis millones de coches al año -informes independientes elevan esta cifra a 37 millones de coches o 51 plantas de carbón-. «El presidente no puede ignorar un dato tan significativo como éste», advirtió la organización Sierra Club. Sin embargo, el mismo informe del Departamento de Estado también dice que no tendrá un impacto significativo en el cambio climático, por lo que los partidarios de la iniciativa creen que dan luz verde para que el presidente lo apruebe en interés de la seguridad nacional.

Es sólo una de las opciones. A los republicanos más extremistas se les han abierto los ojos de par en par ante la posibilidad de volver a poner la pistola en la cabeza a Obama, como hicieron en octubre cuando provocaron el cierre parcial de la Administración federal por falta de presupuestos para pagar a los funcionarios. Si entonces los primeros en sufrir las consecuencias fueron los turistas que querían visitar monumentos y parques nacionales, esta vez los rehenes somos todos.

Nunca en la historia EE UU ha dejado de pagar sus obligaciones, lo que convierte al dólar en la moneda de referencia y hace que su deuda sea la más atractiva del planeta. Todo el sistema financiero está ligado a ella en complejas cadenas que sostienen la economía mundial. El incumplimiento de esas obligaciones haría que todo el sistema se desmoronase como un castillo de naipes.

En agosto de 2011 el Congreso apuró hasta el último minuto para aprobar la expansión del techo de la deuda, a cambio de unos presupuestos tan restrictivos que frenaron la recuperación económica. Como consecuencia, Standard & Poor's rebajó por primera vez en la historia la impoluta calificación de la deuda desde AAA a AA+, lo que provocó un aumento de los intereses y del coste de los préstamos.

Envalentonados

Como el pulso había dado sustanciales logros que mostrar a sus bases, los extremistas del Tea Party se envalentonaron y volvieron a aprovechar la siguiente subida del techo de la deuda para otra demanda aún más extrema: la anulación de la reforma sanitaria o el retraso de su puesta en marcha. Sin embargo, esta vez, Obama aplicó la máxima de que con terroristas no se negocia. Y aún la mantiene.

El portavoz del Congreso, John Boehner, también dice haber aprendido la lección y promete que esta vez no habrá crisis, pero sus huestes no quieren dejar pasar la oportunidad de exigir al Gobierno que anule al menos un capítulo de la reforma sanitaria. Ésa es la segunda opción más popular de las demandas que barajan los republicanos estos días, aunque al parecer la lista es amplia.

El Tesoro agotará su capacidad para seguir prestando dinero este mismo viernes, pero dispone aún de trucos contables que le permitirán aguantar hasta final de mes, -según algunos analistas, hasta mediados de marzo-. En 2013 fue capaz de extender esa contabilidad alternativa durante meses, pero ahora avisa de que las devoluciones de Hacienda no le permitirán ser tan flexible. Falta por ver hasta dónde están dispuestos a llegar los republicanos.