un año a la deriva

El náufrago salvadoreño del Pacífico podría volver a casa el viernes

México y Estados Unidos tramitan el visado que permitirá el regreso del pescador, que ayer recibió el alta hospitalaria

SIDNEY Actualizado: Guardar
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El superviviente salvadoreño, quien asegura haber deambulado más de un año a la deriva por el Pacífico, podría iniciar el próximo viernes el viaje de regreso a su hogar gracias a la coordinación de las autoridades de las Islas Marshall, México y Estados Unidos, según apuntan hoy los medios neozelandeses.

José Alvarenga se encuentra en la capital de las Islas Marshall a la espera de la aprobación de un visado de tránsito para efectuar la primera parada de su viaje con destino a El Salvador en Honolulu, la capital del Estado estadounidense de Hawái.

El pescador salvadoreño, que fue hallado la semana pasada en un remoto atolón de las Islas Marshall, recibió ayer el alta de un hospital de Majuro, la capital de este estado insular del Pacífico, y está alojado en un hotel, con la protección de la Policía, a la espera de ser repatriado. Las autoridades locales indicaron que el hombre, de 37 años, necesita un periodo de tranquilidad antes de hablar con los medios de comunicación sobre su odisea.

Alvarenga, de quien inicialmente se dijo que era mexicano, es oriundo de la localidad salvadoreña de Garita Palmera y su último domicilio estaba en Costa Azul, en el estado mexicano de Chiapas, de acuerdo a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

El marinero zarpó supuestamente desde México a finales de 2012 en una expedición para pescar tiburones en aguas de El Salvador junto a un compañero llamado Ezequiel que, según la versión del superviviente, murió unos meses después en alta mar. El dúo partió en una embarcación de siete metros para un viaje que se torció por culpa de una tormenta que los alejó de la costa y los dejó a la deriva en el Pacífico.

Alvarenga, quien ayer habló con su familia en El Salvador, aseguró que sobrevivió tantos meses en alta mar al beber la sangre de tortugas cuando le faltaba agua de lluvia y comiendo reptiles, aves y peces que cazaba con las manos.