ESPAÑA

Rajoy evita que la elección del candidato andaluz abra una crisis

Cospedal presidirá hoy en Sevilla un tenso comité regional del PP en el que propondrá a José Luis Sanz

MADRID. Actualizado: Guardar
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Poco ha durado la imagen de unidad y cohesión que el PP quiso exhibir en la convención nacional que celebró el pasado fin de semana en Valladolid. Mariano Rajoy volvió a frenar, por segunda vez en tres meses, el anuncio de la candidatura de José Luis Sanz, senador y actual secretario general del PP de Andalucía. Rajoy dio un plazo de 24 horas, que vence hoy, a los populares andaluces para que pacten con María Dolores de Cospedal el nombre de la persona, que podría ser el propio Sanz, que tome el mando del partido en un territorio clave para las aspiraciones de conservar, incluso, el Gobierno en las elecciones generales del próximo año.

Juan Ignacio Zoido, actual presidente de los populares andaluces y alcalde de Sevilla, convocó una cena, que se tenía que haber celebrado ayer, con Sanz y los ochos presidentes provinciales para anunciar su decisión. Una operación que, según fuentes del PP, contó en todo momento con el visto bueno de la secretaria general del partido. Pocas horas antes de la cita, y sin motivo explícito, se anuló la cena, aunque se mantuvo la convocatoria del comité ejecutivo regional extraordinario, que tendrá lugar hoy. Un cónclave al que acudirá la propia Cospedal para zanjar una polémica que amaga con convertirse en una nueva crisis en el PP.

De esta reunión sólo pueden salir dos acuerdos, el del nombre del candidato y la fecha del congreso extraordinario que aprobará su nombramiento o solo la fecha.

En clave nacional, varias fuentes barruntan que en la batalla andaluza está en juego la imagen de liderazgo de la propia Cospedal, que desde un principio apostó por Sanz. ¿Batalla contra quién? En teoría, contra los barones provinciales que se quejan de no haber sido consultados. También se especuló con la posibilidad de que Soraya Sáenz de Santamaría hubiera entrado en liza para abogar por otra opción, algo que desmienten tajantemente fuentes de la Moncloa.