Grosera bajada de pantalones
Actualizado:La Comunidad de Madrid ha decidido bajarse los pantalones, dejar sus vergüenzas al aire y recoger velas. y vámonos que nos vamos que las elecciones son ya mismo. Dos años perdidos para nada. También sus señorías se han cubierto de gloria. Aquí todos son gloriosos. El antiguo consejero de sanidad imputado, el actual que ya no lo es, presentó su dimisión anunciando previamente que renuncia a los procedimientos abiertos y el que llega anuncia que recompondrá las relaciones con los profesionales sanitarios, lo que es reconocer sin más que han perdido. Todo un espectáculo inexplicable.
Cuando se dice «no a la privatización del sistema», se está diciendo algo radicalmente falso. En materia sanitaria, la privatización supondría reconsiderar la naturaleza jurídica de la prestación, que es pública sin ninguna duda. Ahora de lo que se habla es de la mera gestión, que conforme a las distintas posibilidades que establece la normativa española, es lícito y posible y yo añado que recomendable, para que sea realizada por empresas privadas. Pero esto no desvirtúa su esencia, tal y como hoy es conocida, ya que nadie ha puesto en duda su financiación, que le otorga su condición de prestación de carácter público, financiada a través del sistema impositivo, en cuanto prestación de carácter universal.
La sanidad es uno de los servicios más onerosos de los que presta la Administración. Eso de la 'sanidad gratuita' es una majadería. De igual forma que los 'servicios a la dependencia' son servicios públicos, nadie cuestiona que sean prestados por empresas privadas que conciertan con la Administración. Es decir, nos encontramos antes servicios públicos prestados o gestionado por empresas privadas. Manifestar sin más que «la salud no tiene precio» es caer en la más absoluta de las demagogias. La salud tiene un precio y por lo tanto tiene un coste, financiado a través de los ingresos fiscales y sólo en una pequeña parte directamente, a través del sistema de copago. Una experiencia indicativa al efecto, es la que acontece desde época inmemorial con la prestación sanitaria de los funcionarios pertenecientes al sistema de clases pasivas, en el que el 80% de los efectivos optan por el sistema de gestión privada. La opción referida, tiene ciertas analogías con el sistema imperante en Holanda, que ha implantado un sistema novedoso y que a modo de síntesis se resume como financiación pública y prestación de servicios privado, en el que el Estado garantiza a los ciudadanos la cobertura, siendo empresas privadas las que en régimen de competencia compiten con su oferta.
Sr González, el sistema es viable y en la vida hay que sujetarse bien el pantalón con cinturón de cuero de los que se hacen en Ubrique, que garantizan los pantalones en su sitio. Si no váyase y disfrute de su ático, desde el que sólo los astros tienen acceso a verlo en pantalones o sin ellos.