El-Asad exhibe músculo ante los rebeldes sirios con un sanguinario ataque aéreo

El régimen sirio perpetró ayer uno de sus más sangrientos bombardeos aéreos después de que varios helicópteros de las fuerzas armadas de El-Asad lanzaran barriles de explosivos contra los barrios rebeldes de Alepo. «Al menos 85 personas murieron, incluidos 65 civiles -entre ellos diez niños-, diez yihadistas del Frente al Nusra y otros diez desconocidos», detalló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Las zonas más castigadas por los bombardeos fueron el barrio de Tarik Bab, donde perecieron 34 personas, y las áreas de Al-Salihin y Al-Marya, en las que se registraron al menos 22 muertos.

Mientras, en la periferia de Damasco, las fuerzas del régimen y combatientes del grupo chíi libanés Hezbolá se enfrentaron ayer al Estado Islámico de Irak y el Levante, al Frente al Nusra y a otras brigadas rebeldes en la zona de Rima, cerca de la ciudad de Yabrud, aunque no trascendieron cifras de fallecidos en estos enfrentamientos, que se produjeron entre bombardeos aéreos. También en las afueras de la capital, al menos 13 combatientes de las brigadas rebeldes murieron en una emboscada de las fuerzas del régimen en la zona de Midá, en Al Guta.

Tras el fracaso de las conversaciones de paz en la cumbre de Ginebra II, la situación en Siria se recrudece. Ayer mismo, el viceministro sirio de Exteriores, Faysal Moqdad, criticó con dureza a la oposición, a la que acusó de «mentir ante el pueblo sirio y el mundo entero». Según la agencia Sana, Moqdad trató a los rebeldes de «mercenarios manipulados por las fuerzas extranjeras» y dijo que eran «totalmente responsables de la falta de resultados en Ginebra debido a su rechazo a comprometerse sobre principios que ningún sirio puede rehusar: la unidad de Siria, su independencia y su soberanía».