La batalla de San Mamés le sale cara al Madrid
Ibai Gómez hace justicia con un golazo y Cristiano es expulsado por soltarle la mano a Gurpegui en un intenso y duro partido en el que los blancos sólo tuvieron 20 minutos de fútbol
Actualizado:La batalla de San Mamés le salió cara al Real Madrid. No sólo porque no pudo pasar del empate firmado por el defensivo Ancelotti frente a un aguerrido Athletic, sino porque volvió a dejar malas sensaciones y perdió a Cristiano Ronaldo a causa de una roja que fue exagerada pero a la que el crack portugués se arriesgó por soltarle la mano a Gurpegui. Cierto es que el central navarro se tiró tras el toque de Cristiano que sólo debe costarle una sanción para la Liga, porque no fue agresión, pero el Athletic consiguió dejar al Madrid con diez y asegurarse así un punto en un choque con más intensidad y polémica que fútbol. Los blancos sólo lo tuvieron durante 20 minutos de la segunda parte, hasta que Jesé, que lo aprovecha todo, adelantó al Madrid, aunque otro canterano, Ibai Gómez, nada más pisar el campo logró superar al canario con un golazo que hizo justicia. Al final, contra diez, y tras otro derechazo de Ibai, Diego López evitó la derrota madridista, mientras su técnico, tan italiano él, iba haciendo sustituciones para aguantar el resultado. La pelea no tuvo vencedor, pero el Madrid, que ansiaba superar ya al Barça y debía demostrar que está para ganar todos sus partidos, perdió más que el Athletic en uno de los choques más comprometidos. Vuelven las dudas blancas.
Como era previsible, pagó el Athletic en la segunda parte el enorme esfuerzo físico realizado en la primera, en la que, en ese período en el que exhibió un gran sistema defensivo, consiguió maniatar a un rival superado en el medio campo y descolocado a partir del cuarto de hora de partido. Excepto en un arranque trepidante de los blancos, en el que ya en el primer minuto hubo una ocasión malograda por Cristiano, en cuanto el Athletic frenó su ímpetu pasó a hacerse el dueño en ese primer tiempo en el que el conjunto bilbaíno no tradujo en oportunidades su intensidad y dominio. Le puso más actitud y ambición el Athletic durante la media hora previa al descanso, pero tan sólo tuvo un arreón ofensivo en el que perdonaron arriba Susaeta y Muniain casi de manera consecutiva. Su sacrificio no tuvo correspondencia en profundidad y ocasiones y el Madrid no volvió a padecer hasta que el golazo de Ibai puso la igualada.
No sólo tuvo el Athletic en la primera mitad ritmo, sino también precisión en muchos momentos, aunque al Madrid no parecía importante perder la batalla de la medular, con Xabi Alonso sin autoridad y demasiado nervioso en los lances, mientras esperaba agazapado a la contra. Sin embargo, los blancos no tenían posibilidad de responder con ese Athletic tan entregado a la presión y adelantado. El Madrid estaba totalmente desaparecido en ataque. Sin embargo, la situación cambió de forma radical en el segundo tiempo, cuando los de Ancelotti adelantaron líneas y, con una actitud y una ambición muy diferentes, se fueron a por el triunfo y comenzaron a asediar el área de Iraizoz.
Ya con el Madrid al ataque y el Athletic a la defensiva, con el paso al frente de los blancos y su evidente mejoría futbolística y anímica, el conjunto de Valverde no aguantó más de 20 minutos, después de que el portero local fuese puesto a prueba por Modric y Benzema y San Mamés ya empezase a confirmar que aquello se ponía muy feo. Un error de Iturraspe -también debió ser expulsado por su cabezazo a Cristiano cuando éste tocó a Gurpegui- dio origen al gol de un oportunista Jesé y certificaba la superioridad madridista. Sin embargo, el Madrid no pudo celebrarlo demasiado, porque volvió la reacción local que dio origen al empate y a la consiguiente tangana, para acabar también con el poco juego que hasta entonces había.