Londres busca aplacar el sufrimiento de los ciclistas

Con el fin de frenar la sangría sin fin de ciclistas muertos en la ciudad (13 solo el año pasado), el Ayuntamiento de Londres ha tomado una medida drástica: todos los camiones de más de 3,5 toneladas que no cuenten con unos sistemas básicos de seguridad para evitar atropellos tendrán prohibido circular por la ciudad. No es una decisión de cara a la galería. Decenas de grandes camiones circulan todos los días por las calles de la ciudad en las innumerables obras que colonizan cada rincón de la City, convirtiendo a la capital en una jungla de asfalto.

Que tengan que acometer los cambios que les exigirá la nueva legislación puede suponer para muchos profesionales del volante un gran esfuerzo esfuerzo, pero los ciclistas son un importante lobby en Londres, y a través de la London Cycling Campaign, una campaña que ha cosechado éxito en las redes sociales, por fin han hecho oír su voz. El alcalde Boris Johnson, que se preció en sus primeros años en la alcaldía de su amor por la bicicleta, estuvo contra las cuerdas el pasado mes de noviembre, cuando seis ciclistas murieron en apenas cuatro semanas en la ciudad. Sus palabras, asegurando que no se podía achacar toda la culpa de los accidentes a los conductores, cayeron como una bomba entre los que antes eran sus fieles seguidores, así que le tocaba mover ficha, y lo acaba de hacer.

¿Qué deberán incorporar los camiones para adaptarse a la nueva norma londinense? Básicamente, dos cosas. Primero, una protección lateral junto a las ruedas para que los ciclistas no caigan como moscas bajo las enormes ruedas de estos vehículos. Además, tendrán que poner unos nuevos espejos retrovisores que amplíen la superficie visible desde el asiento del conductor. Quien no lo haga será multado con 200 libras y conociendo cómo es Londres, será mejor que nadie se salte la ley: las cámaras que pueblan la ciudad escudriñarán también a los camiones. El que sea pillado tendrá que pagar.

Aunque no son el único peligro, los camiones son, sin duda, el peor enemigo de los ciclistas. Según datos recopilados por 'The Guardian', los vehículos de gran tonelaje representan solo el 5% del total del tráfico en Londres, pero han protagonizado, tristemente, el 50% de los accidentes mortales de los usuarios de las dos ruedas.

En cualquier caso, las asociaciones ciclistas recuerdan que las medidas tomadas por el Ayuntamiento no son la panacea. El verdadero problema es que el conductor de un camión, por su posición al volante, no ve a los ciclistas cuanto estos están muy cerca, de tal manera que al girar a la izquierda, los arrolla. Así han fallecido la mayoría de las víctimas. Piden desde las asociaciones más concienciación por parte de los conductores, pero Londres es la selva, y eso no es fácil cambiarlo de un día para otro.