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Miquel Barceló, maestro de la estampa

El artista mallorquín recoge de su colega barcelonés Jaume Plensa el testigo de ganador del Premio Nacional de Grabado

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Pocos galardones faltan en el espectacular palmarés de Miquel Barceló (Felanitx, 1957), que suma a su larga lista el Premio Nacional de Arte Gráfico 2014, que falló ayer su XVIII edición. Concedido por la Calcografía Nacional, dependiente de Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, es una distinción muy apreciada por los artistas y reconoce su labor gráfica, crucial en muchos casos como simiente de los proyectos más complejos y ambiciosos. Así lo reconocía Jaume Plensa (Barcelona, 1955), ganador del mismo premio en 2013, miembro del jurado que falló en favor de Barceló. Plensa entregaba a su colega mallorquín el testigo del galardón el mismo día que inauguraba en las salas de la calcografía una muestra que repasa su intensa labor en el grabado, en la que destacan unas «estampas escultóricas» de las que será posible disfrutar hasta el 23 de marzo.

El jurado reconoció «la dedicación y trayectoria de Miquel Barceló a la estampa y el arte gráfico durante más de 30 años». El artista mallorquín, que reparte su tiempo entre sus estudios de Palma, París y Bamako, recibía «con mucha satisfacción» la noticia minutos antes de embarcar en un vuelo que debía traerle de regreso a Europa desde Malí.

Instituido en 1933, el premio mayor de la Calcografía Nacional tiene el «triple objetivo de reconocer la labor de los creadores que se dedican al grabado y técnicas afines, impulsar su práctica y estimular el coleccionismo de estampas». El premio lleva aparejada una exposición del ganador en la Real Academia de San Fernando para revisar a fondo su obra gráfica. La misma muestra que inauguraba ayer Jaume Plensa, recién llegado de Tokio, donde ultima la instalación de una gran escultura de diez metros de altura. Será otro de sus 'hombres de letras' y se asentará en el centro de la capital nipona. Esa figuras son el emblema del último Plensa, que comenzó a conformarlas con letras de alfabeto latino y que recurre ahora a otros siete: árabe, hebreo chino, japonés, ruso (cirílico), griego e hindi.

Plensa elogió la labor gráfica de su colega mallorquín, aseguró que «es uno de los mayores grabadores que tiene este país» y calificó de «fantástica» su obra gráfica. «Soy sobre todo escultor y Barceló pintor, pero si nos une algo es el amor al grabado», destacó Plensa, que recordaba cómo su colega «ha grabado toda su vida con mucha intensidad».

Ascenso

Miquel Barceló conforma junto al propio Plensa y Cristina Iglesias el trío de mayor proyección internacional del último arte español. Instalado desde hace tiempo en la élite del arte contemporáneo, Barceló se catapultó a la cima con su participación en la bienal de Sao Paulo en 1981y en la VII Documenta de Kassel en 1982. A lo largo de las tres últimas décadas no ha dejado de ascender y ganar enteros en su cotización, hasta convertirse en el artista español vivo con más tirón en el mercado, respaldado por sus galeristas, Bischofbeger en Suiza y Elvira González en España.

Reconocido con el premio Nacional de Artes Plásticas en 1986, ha transcurrido ya una década desde que se le otorgara el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y se convirtiera en el primer artista contemporáneo vivo en exponer en el Louvre, con sus ilustraciones para 'La divina comedia' de Dante.

El jurado que falló en favor de Barceló estuvo formado por los críticos y expertos en arte contemporáneo Víctor Nieto, Francisco Calvo Serraller y Chema de Francisco, por el académico delegado de la Calcografía Nacional, Juan Bordes, y el propio Plensa. La retrospectiva de Barceló en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con algunas de sus obras más representativas en el ámbito de la estampa tendrá lugar a principios de 2015.

La muestra de Plensa en la calcografía reúne 44 piezas que dibujan «un recorrido emocional» por la extensa obra gráfica de creador barcelonés, «muy ilusionado» por exponer «en la casa de Goya» poco después de ganar el Premio Velázquez. «Uso el grabado no como un recurso; es una técnica más y esta exposición es un placer», aseguraba. La estampa es para él «el primer paso para muchas obras de más calado» y funciona «como un laboratorio en el que te dejas llevar de la intuición». El resultado son sus grabados de textura escultórica en los que utiliza madera, anclajes de hierro, cobre y en los que caben la fotografía y los materiales sintéticos.