Una afición a prueba de bombas
La fidelidad y capacidad de movilización de los seguidores de las agrupaciones del Carnaval ha quedado confirmada como irreductible
Actualizado: GuardarFue como todos los años, como siempre. Pero parece nuevo cada vez. Se alza el telón de la primera sesión del Concurso de Agrupaciones del Gran Teatro Falla y se ponen en juego las ilusiones de muchas pasiones. Parecía que este año estaba en peligro esa tradición lúdica, cultural e histórica pero los hechos han vuelto a dejar en especulación cualquier previsión.
Las polémicas anteriores se revelan como un ingrediente casi obligatorio. Nada es capaz de frenar la fidelidad y capacidad de movilización de los seguidores, que una vez más queda confirmada como irreductible. Ni la posible disputa por el veto a los medios digitales ni el pulso que dos agrupaciones han echado al certamen al programar actuaciones, simultáneas al Falla, por toda Andalucía han causado mella en la expectación.
Esta evidencia no debe servir para humillar a nadie ni para crear la falsa percepción de que el Falla goza de una salud de hierro. Sería conveniente seguir puliendo la organización para evitar desencuentros y, sobre todo, atraer a los grupos ausentes este año para que no se conviertan en sangría ni en costumbre.
El Ayuntamiento, el Patronato y los medios de comunicación deben tomar esta perseverancia de los aficionados como un tesoro, como un patrimonio que cuidar y proteger, anticipándose a las dificultades para que mantenga su camino, sin apartar a nadie ni arrojar el posible éxito a la cabeza de ningún presunto enemigo.
Esto, más que un negocio mediano para muy pocos, es una tradición, una diversión y una celebración. Que siga la fiesta hasta marzo.