Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
MUNDO

La entrada de Goldman Sachs en una firma estatal abre una crisis en el Gobierno danés

R. C.
COPENHAGUE.Actualizado:

Dinamarca se enfrenta a una crisis política sin precedentes. La entrada como accionista minoritario del banco estadounidense Goldman Sachs en la compañía eléctrica estatal Dong Energy ha puesto en un brete al Gobierno de centroizquierda, que ha perdido a uno de sus tres miembros, el Partido Socialista Popular (SF).

La oposición en el seno de este grupo al acuerdo aprobado por el Parlamento motivó ayer la dimisión de su presidenta, Annette Vilhelmsen, y la salida de su formación del Ejecutivo, en el que estaba integrado desde octubre de 2011 junto a los socialdemócratas y los radicales liberales. A pesar de su decisión, Vilhelmsen reiteró su apoyo al partido, que goza de mayoría en la Cámara gracias también al respaldo de la 'rojiverde' Lista Única, aunque sólo controla un tercio de los escaños. El descontento de las bases socialistas ha ido creciendo a medida que la Administración rechazaba pactar para aprobar con la derecha recortes en el paro y los subsidios, o la rebaja del impuesto de sociedades.

La primera ministra, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, interpretó la renuncia de los socialistas como una postura particular de esta agrupación, de modo que aseguró que no cambiará su política y descartó elecciones anticipadas. «No creo que vaya a significar mucho. Seguiremos buscando las mayorías más amplias posibles, porque nuestro Gobierno ha roto la política de bloques», afirmó tajante, si bien su gabinete ha sufrido varios cambios en el último año, algunos motivados por escándalos de diversa índole y sondeos negativos.

En cualquier caso, la marcha del SF de la coalición obligará a Thorning-Schmidt a cubrir las vacantes en su equipo, ya que representantes de este partido ocupaban seis carteras ministeriales de las diecinueve existentes. Acorde a los términos de la operación, que se llevará a cabo mediante la suscripción de acciones de una ampliación de capital, Goldman Sachs invertirá 8.000 millones de coronas (1.072 millones de euros) en la adquisición del 19% de la compañía, mientras que los fondos de pensiones daneses ATP y PFA abonarán 3.000 millones de coronas (402 millones de euros) por un 7% del accionariado.

Las críticas apuntan al bajo precio pagado por las acciones, el descarte de una oferta mayor, el veto otorgado en varias áreas a la entidad bancaria y que ésta realice la compra mediante un entramado de empresas tapadera poco transparente.