Despacio Camarón

Lo dije el otro día en broma y luego me arrepentí. Pero de que fuera broma. La Junta podría situar el Juzgado provisional de San Fernando en los bajos del Hospital General de la Defensa que, de este modo, podría llamarse 'De la Defensa. Penal'. Hablamos de un edificio de doce plantas (como las doce que ofrecía López Gil a su torre del Polígono de Janer en el proyecto de ciudad que realizó para las últimas elecciones municipales) de las cuales algunas están en desuso. Se dotaría de utilidad -y sin coste, además- a un desaprovechado edificio, construido en una zona de desarrollo urbanístico a medio desarrollar urbanísticamente. Evitaría así la Junta un disgustazo como que se produjera una inspección de trabajo en los tenebrosos juzgados isleños que certificara las deficientes condiciones en que laboran los habitantes de la casa de los divorcios. Inspección que quizá se haya producido ya, por cierto.

La torre de Janer de Loaiza parece que tendrá veinticuatro plantas. No cabrían en ella, amontonados, todos los sacos de votos que ganaría el popular en los comicios de dentro de dos años si consiguiera finalizar a tiempo su proyecto del 'Espacio Camarón'. Ayer mismo me confesaba un amigo que, aún siendo socialista, si el PP inauguraba el Museo de Camarón lo votaría. Queda claro que mi amigo es más camaronero que socialista, lo cual es lógico, por otro lado. No existe en toda la provincia una figura de la música tan admirada, deslumbrante y majestuosa como José Monje, Camarón de la Isla, que es un referente del flamenco en todo el mundo. Estoy de acuerdo, debe ser beatificado y glorificado en su ciudad natal y su Ayuntamiento ha de poner a disposición de los fans del cantaor un surtidito bien despachado de fragua, museo, Venta de Vargas, mausoleo, Peña flamenca y acceso directo a su mercadotecnia.

Ahora bien, debe concretarse cómo beneficiará todo este esfuerzo al desarrollo económico y turístico de la Isla, una ciudad seccionada por un tranvía que siempre llega tarde, con polígonos desindustrializados y un fantasmagórico hospital que quizás pudiera alojar un juzgado en ruina. Y debe concretarse pronto, puesto que los mismos que aplaudieron (y se apuntaron) la iniciativa, dicen hoy que todo es algo abstracto y no le ven avance, convirtiendo un proyecto unánime en un arma política arrojadiza. Sospecho que no les interesa que, como Janer, el Museo de Camarón esté operativo en 2015 (el saco de votos del que les hablé antes). O, al menos, que no abra antes de que consigan cortar la cinta del nuevo Juzgado provisional.

@montieldearnaiz