Vidal-Quadras refuerza la imagen de Vox como refugio de los disidentes populares
Cospedal achaca a una cuestión «personal» la decisión del expresidente del PP catalán de darse de baja tras 30 años de militancia
MADRID. Actualizado: GuardarLa decisión de Alejo Vidal-Quadras, expresidente del PP catalán, eurodiputado y vicepresidente del Parlamento europeo, de solicitar la baja en el partido tras 30 años de militancia no cogió por sorpresa a nadie. Su relación con la cúpula popular era prácticamente inexistente y hace meses que le quedó claro que no repetiría en la lista europea porque nadie contestaba a sus llamadas. «Nadie llorará su marcha», apuntaba en noviembre un miembro de la dirección nacional del PP.
Peor digestión tiene para el equipo de Mariano Rajoy su paso a Vox. Al unirse a la formación de José Antonio Ortega Lara y Santiago Abascal, el veterano político catalán, que goza de cierta fama de maquiavélico, da más cuerpo a la idea de que Vox es el mejor destino para los militantes que se sientan traicionados o decepcionados con Rajoy por motivos tan dispares como la subida de impuestos, la política antiterrorista, la reforma de la ley del aborto o la respuesta ante el pulso soberanista de CiU y ERC en Cataluña. La duda radica ahora en valorar si este movimiento puede horadar los cimientos del PP o, simplemente, se trata una grieta en el pilar más escorado a la derecha de la formación gubernamental.
Vidal-Quadras tilda en un vídeo de despedida de «dolorosa pero inevitable» su marcha. Su diagnóstico sobre la crisis «múltiple y profunda» que atraviesa España nada tiene que ver con el que lleva a cabo el actual ejecutivo popular. Asevera asimismo que trató de discutir de manera constructiva con la dirección popular, pero que su esfuerzo resultó infructuoso porque nunca fue escuchado.
Insiste en que mantiene intactos sus ideales y valores políticos. «Me encuentro obligado a irme para seguir en el mismo sitio», expone en la grabación parafraseando al protagonista de la novela del italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa, El Gatopardo.
Rajoy, fiel a su receta para estos casos, se decanta por aplicar a su antiguo compañero altas dosis de «silencio e indiferencia», dos de sus remedios más comunes a la hora de enfriar las crisis internas, bastante más habituales en los últimos meses de lo que le gustaría al líder de los populares.
El presidente del Gobierno durante una comparencia conjunta en Roma con el primer ministro italiano, Enrico Letta, dejó claras sus intenciones. Se refirió a Vidal-Quadras como «esa otra persona», cuando los periodistas intentaron vincular su adiós con el de Jaime Mayor Oreja. Reiteró que de «esa otra persona» no podía hablar porque esa noticia, la de su baja en el PP, se había enterado por un medio de comunicación.
Ese mismo camino, el de minimizar al máximo el posible efecto de Vox, lo siguió a pies juntillas María Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP eludió responder a las duras críticas de Vidal-Quadras contra el partido gubernamental y, ante las preguntas, apenas acotó que la marcha del expresidente del PP de Cataluña se trata de «un tema personal de él». Ningún comentario más. Con la misma brevedad se expresó Jesús Posada, presidente del Congreso, que en este mismo acto comentó con cierta sorna que no le sorprendía el cambio de rumbo de su antiguo compañero ante la «deriva» que llevaba.
Más contundente se mostró Alicia Sánchez Camacho con su antecesor en la dirección de los populares catalanes. «El PP -enfatizó- sí que está en el mismo sitio, quien no lo estaba es Alejo Vidal-Quadras».
Posibles alianzas
Sánchez Camacho reprochó al eurodiputado, que podría encabezar la lista de Vox a las europeas, que durante los últimos años ha ido por libre sin ceñirse «al programa electoral ni a los principios con los que se presentó».
Vidal-Quadras se dio prisa en marcar el camino a su nuevo partido y anunció que sería bueno explorar alianzas electorales con UPyD y Ciudadanos. La formación que preside Rosa Díez tardó pocas horas en responderle que no, que su partido quiere crecer en solitario y no quiere saber nada de Vox o de otro partido.