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ESPAÑA

La Policía defiende que la infanta no haga el paseíllo

Interior, tras la convocatoria de un acto antimonárquico, aprecia riesgo de incidentes si la imputada se deja ver

MELCHOR SÁIZ-PARDO
MADRID.Actualizado:

El Ministerio del Interior ultima el informe que entregará al decano de los jueces de Palma, Francisco Martínez Espinosa, sobre el despliegue de seguridad durante la declaración el 8 de febrero de la infanta Cristina como imputada en el 'caso Nóos'. La Policía no se andará con rodeos y pondrá el acento en el riesgo de incidentes si la imputada se deja ver, por lo que recomendará que su llegada se haga en coche a los juzgados, amén de que se ponga en marcha un vastísimo cordón de protección, según confirmaron ayer responsables de ese operativo.

La Policía, cuyo informe podría allanar en gran manera el camino para que la hija del Rey se ahorre recorrer a pie los 40 metros de la conocida rampa, va a hacer hincapié en los problemas de seguridad para la infanta que provocará el hecho de que ya haya sido convocada una manifestación antimonárquica en la avenida aledaña a los juzgados a la misma hora de su comparecencia. Una convocatoria que ya ha sido comunicada en forma y plazo a la Delegación de Gobierno. Esa protesta centró buena parte de la reunión que ayer celebraron en la capital balear miembros de los equipos de seguridad de la Casa Real, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local de Palma. El principal acuerdo de esa junta de seguridad fue dar luz verde a un despliegue policial mayor que los que se desplegaron en febrero de 2012 y febrero de 2013 con ocasión de las declaraciones de Iñaki Urdangarin.

Según explicaron mandos del operativo, el dispositivo en los alrededores de los juzgados de Vía Alemanya será «muy superior» al de hace un año, cuando el Ministerio del Interior desplegó a 200 agentes entre miembros de la unidad de antidisturbios, subsuelo y guías caninos. Los planes expuestos por los especialistas policiales pasan por instalar un doble cordón de seguridad en las inmediaciones de la sede judicial, que en la práctica supondría blindar dos manzanas, manteniendo a los manifestantes alejados a casi 400 metros de la famosa rampa y con nula visibilidad sobre la zona del paseíllo.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, no quiso dar pistas sobre cómo será el despliegue. No obstante, dejó claro que el objetivo es «garantizar la seguridad de la infanta y de todas las personas en su próxima comparecencia». Cosidó explicó que «lo que hay que garantizar es un entorno de seguridad» para la hija del Rey y que la Policía trabaja con el escenario de hacer frente a «cualquier acumulación de personas».