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Economia

El Eurogrupo insiste en pedir a España la segunda fase de la reforma laboral

Los ministros de Economía de la moneda común alaban el «éxito» del rescate pero inciden en impulsar cambios para acabar con el paro

ADOLFO LORENTE
BRUSELAS.Actualizado:

La resaca de la «exitosa» finalización del rescate bancario -el día 22- después de que España haya cumplido a rajatabla lo ordenado por la troika (Comisión, BCE y FMI) a cambio de 41.300 millones prestados por los países de la zona euro recibió ayer en Bruselas su particular jarro de agua fría. El Gobierno de Rajoy ha sorteado el abismo, ha recuperado el dominio del barco, pero toca seguir remando contracorriente. «Es importante que continúe con la segunda fase de la reforma laboral y trate de reducir la dualidad en el mercado laboral, liberalice los servicios profesionales y así mejore el funcionamiento global del mercado laboral en España para acabar con un paro inaceptable», recalcó el vicepresidente económico de la Comisión, Olli Rehn. Lo hizo, eso sí, tras ensalzar el «éxito» y los progresos del país.

El primer Eurogrupo de este año sirvió para analizar el callejón sin salida griego, el rescate de Portugal y dar carpetazo al último informe de los hombres de negro de la troika sobre el rescate español. «Hemos dejado de ser un problema para el conjunto de la UE y para la Eurozona y eso son buenas noticias para todos», se felicitó ayer el ministro Luis de Guindos a su entrada al edificio Justus Lipsius del Consejo Europeo.

Los buenos presagios, los mensajes optimistas, no sólo llegaron de la delegación española. El presidente del Eurogrupo, el holandés Jeröen Dijsselbloem, destacó «el éxito» del país al lograr una «salida limpia» del rescate y situó a España poco menos que como un ejemplo a seguir a la hora de afrontar la crisis: «Lo está haciendo notablemente bien. He estado en Asia, he estado en Davos, y en todas partes la gente hablaba de la recuperación de la economía española. Así que mantengamos la presión, la sensación de urgencia, más reformas, para reducir el paro».

Y es que la «inaceptable» tasa de desempleo (26%) que sufre el país sobre todo en lo referido a los jóvenes (56%), es el principal caballo de batalla de Bruselas, que no se cansa de advertir que hay que atajar este «drama» con la mayor celeridad. De ahí esa «segunda fase» de la reforma laboral que De Guindos prometió al Eurogrupo a finales del pasado año y que no termina por concretarse. Rehn, ayer, marcó el camino: reducir la dualidad entre fijos y temporales y acabar con el privilegio de ciertas profesiones liberalizando el sector, como en el caso de los registradores de la propiedad, al que Rajoy pertenece. El comisario finlandés sólo se refirió a la laboral, pero la fiscal y la de la administración pública también son una prioridad.

España recoge el guante

España no sólo recogió el guante de Bruselas sino que el ministro de Economía, sabedor del discurso que luego iban a pronunciar Dijsselbloem y Rehn, aseguró que el Gobierno continúa «absolutamente comprometido» con esta ortodoxia porque «queda muchísimo camino por andar» «Hay que fortalecer la recuperación a través de un ajuste adecuado del déficit público y de las reformas económicas», incidió. Y es que el préstamo de 41.300 millones recibido por sus socios del Eurogrupo lleva implícita una estrecha vigilancia de los hombres de negro hasta 2027, hasta devolver todo el dinero.

No obstante, sí dejó el escenario abierto a que la hoja de ruta pueda ser algo más flexible siempre y cuando el Eurogrupo lo autorice. No en lo referido al déficit (en 2016, hay que alcanzar el 2,8%; es decir, que hay recortar otros 37.000 millones) pero sí en otro tipo de reformas como puede ser la fiscal, sobre la que rechazó «especular» en lo referido a subidas de carburantes o el IVA.

De Guindos también eludió pronunciarse sobre su futuro. Hoy será nombrado coordinador de los ministros de Finanzas del PP europeo, una decisión que muchos han interpretado como la antesala a un 'ascenso' a la presidencia del Eurogrupo. «No hay que sacar conclusiones al respecto», zanjó.