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Enresa duplicará la capacidad del cementerio nuclear de El Cabril

Gil-Ortega asegura que existe un plan de contingencia para Garoña y recuerda que el Gobierno estudia prolongar la vida útil de las centrales hasta los 60 años

MADRID Actualizado: Guardar
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Francisco Gil-Ortega, presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), ha desvelado esta mañana que la ampliación prevista para el almacén de residuos de El Cabril (Córdoba) duplicará su capacidad actual.

Gil-Ortega, que ha sido presentado por María Dolores de Cospedal en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, ha desvelado que ya se han iniciado los trámites con el Ayuntamiento de Hornachuelos y la Junta de Andalucía para adquirir los permisos y aumentar así el almacén de El Cabril que, en la actualidad, tiene agotada su capacidad en un 70%.

Con estas obras, que comenzarán entre abril y mayo de este año, se incrementarán en 28 unidades las celdas de residuos de muy baja actividad. En este complejo se almacenan el 80% de los residuos del desmantelamiento de centrales nucleares y otro 20% de otras actividades radioactivas menores generadas en España.

El máximo dirigente de Enresa, y exalcalde de Ciudad Real por el PP, ha detallado que estos residuos van acondicionados en bidones de 120 litros, que se introducen en contenedores fabricados en El Cabril, y a su vez en celdas de almacenamiento definitivo, con una capacidad de alrededor de 5.760 barriles de 220 litros cada uno.

Gil-Ortega ha mostrado su preocupación por la falta de consenso político en relación al Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca), donde se gestionarán los residuos radioactivos de alta actividad. “Este proyecto lo comenzó el PSOE y el PP lo va a culminar, pero no es un proyecto de unos o de otros, sino un proyecto de país”, ha apostillado.

Ha alertado de que algunos concejales y diputados autonómicos del PSOE en Castilla-La Mancha han advertido de que si ganan, el ATC no se hará en Villar de Cañas, lo que a su juicio generaría un grave daño. “El rechazo inicial de la sociedad ante el almacenamiento de residuos, se vuelve colaboración social si se hace con transparencia y las puertas abiertas”, ha declarado.

"Pase lo que pase"

Gil-Ortega ha asegurado también que Enresa ha elaborado un plan de contingencia para la planta nuclear de Garoña (Burgos), tanto si reanuda su actividad como si continúa parada (desde hace un año). Gil Ortega ha dicho que se ha encargado también a la empresa nuclear Ensa cinco bidones de doble uso, porque "pase lo que pase" habrá que almacenar el combustible gastado de Garoña.

Tras recordar que "las autoridades actuales están pensando" en alargar la vida de las nucleares de 40 a 60 años -una opción que el ministro de Industria, José Manuel Soria, no descartó meses atrás-, el máximo responsable de la empresa pública ha señalado que las dos unidades de Almaraz (I y II) podrían tener problemas de almacenamiento, por lo que también hay un plan de contingencia y se han encargado contenedores.

Ha añadido que Enresa conversa desde hace meses con Nuclenor, propietaria de la central de Garoña y participada al 50% por Endesa e Iberdrola, y ha recordado que el posible desmantelamiento se produciría tres años después de su parada.