Una victoria que sabe a gloria

Necesitaba ganar por lo civil o lo criminal el San Fernando en su choque frente a El Palo. La victoria era vital por tratarse de un rival en teoría directo, y porque los de abajo están apretando. Y se consiguió. Gracias al coraje del equipo de Pepe Masegosa, porque por juego, poquito. Los isleños no son los de la campaña pasada y, tal y como repite su entrenador, están condenados a pasarlo mal esta temporada. No obstante, victorias como las de ayer fortalecen más aún cuando se consiguen con un jugador menos y luchando.

Comenzó el partido con un San Fernando timorato ante un rival que a pesar de lo que pudiera parecer, pisaba área contraria desde el primer minuto. El balón era de los malagueños, que no tenían excesivos problemas en llegar a la portería de David Valle con varios ataques seguidos que ponían en jaque a la defensa isleña. Pasaban los minutos y la tónica del partido no cambiaba. De hecho, en el minuto 19 a punto estuvo de marcar Igua, pero su disparo lo despejó a saque de esquina el meta isleño.

Los malacitanos seguían creando muchísimo peligro en el área local ante una defensa que no era capaz de frenar las internadas de los visitantes. Poco antes de llegar al descanso, de nuevo El Palo se acercaba al gol, pero en esta ocasión el saque de esquina olímpico de Montero se topó con el larguero. Con esa ocasión y una sonora pitada del respetable a los suyos ambos equipos se marchaban a vestuarios con el objetivo, sobre todo en los de La Isla, de refrescar ideas y tener una continuidad en el juego que les hiciera crear oportunidades de gol.

La segunda parte se iniciaba con un relato bastante similar al de los primeros 45 minutos. Con pocas ideas en los locales, las opciones no se terminaban de concretar. Con todo, el juego comenzaba a ser bronco con muchas faltas en medio campo que no permitían las llegadas a ninguna de las áreas.

Asusta El Palo

Aún así, El Palo volvía a asustar a los veinte minutos con un buen centro que tocó Damián pero Valle salvaba ligeramente con el pie izquierdo. El partido se complicaba con el paso de los minutos para el San Fernando. Más aún cuando en una pequeña trifulca Antonio Ocaña era expulsado con roja directa por un rifirrafe con un rival. Sin embargo, haciendo gala del tópico, los azulinos comenzaron a jugar mejor con uno menos.

A los pocos minutos, una falta favorable a los isleños colgada desde la derecha, fue desviada por el visitante Jesule marcando en propia puerta. El gol daba alas a los isleños, que se volcaban y no sufrían demasiado con los tímidos ataques de un equipo malagueño que no esperaba ese tanto. Ya en el descuento, Pedro Carrión aprovechó un fallo defensivo para plantarse ante el portero, batirlo por bajo y finiquitar el partido. Los tres puntos se quedaban en La Isla y permiten a los de Masegosa mirar con optimismo su próxima visita a Lucena.