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MUNDO

Los grupos de choque del Maidán

Activistas bien coordinados y mejor pertrechados forman el 'servicio de orden' que controla a la guerrilla urbana en Kiev

RAFAEL M. MAÑUECO ENVIADO ESPECIAL
KIEV.Actualizado:

Ninguna otra revuelta en el espacio exsoviético, ni siquiera la Revolución Naranja que tuvo también a Kiev como escenario, había mostrado a activistas tan bien coordinados y combativos a la hora de hacer frente a las cargas de los antidisturbios. Se organizan militarmente, van bien equipados y utilizan armas blancas, líquidos inflamables y todo tipo de objetos contundentes para defenderse y abrirse paso. La mayoría de ellos pertenecen a formaciones ultranacionalistas. Constituyen el servicio de orden de la concentración en el Maidán, la plaza de la Independencia, pero también el núcleo de la guerrilla urbana.

«Cuando esto comenzó en noviembre, era una revuelta pacífica. El servicio de orden se formó fundamentalmente para evitar excesos dentro de nuestras propias filas», asegura Andréi, uno de los integrantes del destacamento que hace guardia en la recién levantada barricada de la calle Institútskaya, muy cerca de la sede de la Presidencia. «Pero, después de haberse producido varios intentos por parte de la Policía de disolvernos, no hemos tenido más remedio que organizarnos bien. Esto se ha radicalizado», sostiene el miliciano, que dice proceder de Chernovtsi, en el extremo occidental de Ucrania.

El parapeto se ha erigido con sacos rellenos de nieve, que se convierte en hielo de inmediato con las bajas temperaturas reinantes. En la parte interior, el muro se ha apuntalado con tablones de madera y en la exterior se ha colocado alambre de espino y 'erizos checos', una especie de aspa hecha con vigas de hierro soldadas e ideada para detener a los tanques.

«Aquí los utilizamos para impedir el avance de los vehículos policiales y de los blindados, si los vuelven a utilizar», señala otro de los guardianes de la fortificación. Todos ellos llevan puestos distintos tipo de cascos (de moto, militares, de hockey e incluso de albañil). Empuñan bates de béisbol, simples palos de madera o barras de hierro. En uno de los lados del estrecho pasadizo abierto para permitir la circulación de peatones, han colocado una bandera con el escudo de la 'séptima centuria', uno de los treinta grupos que forman parte del sistema defensivo del Maidán.

Andréi explica que «tenemos además a las unidades de choque, que intervienen, no sólo para parar los ataques de la Policía fuera de la barricada, sino también para asaltar edificios oficiales». Van mejor pertrechados. Utilizan, además de los cascos, chalecos antibalas, rodilleras, coderas, protectores para la espinilla, coquillas y escudos capturados a los antidisturbios. Suelen llevar el rostro cubierto y utilizan también como armas, cócteles molotov, petardos, granadas aturdidoras, mazas, cadenas, piedras, hondas y hasta ballestas.

Andréi Tarasenko es el coordinador del llamado 'Sector de la Derecha', la principal estructura paramilitar que vela por la seguridad del Maidán, y número dos de la organización 'Trizub (tridente) Stepán Bandera', el padre del nacionalismo ucraniano. Bandera, acusado de colaboracionismo con los nazis por el régimen soviético y asesinado en 1959 por un agente del KGB, es el héroe absoluto de la mayor parte de las cuadrillas ultras de Ucrania.

Revolución nacional

«En el centro de Kiev tenemos ahora mismo cientos de combatientes, pero, si hace falta, vendrán miles», afirma Tarasenko. Según sus palabras, «nuestros activistas están tomando parte también en los asaltos a sedes oficiales en otras ciudades del país». El dirigente de 'Trizub' asevera que el movimiento nacionalista, del que forman parte también el Ejército Insurgente de Ucrania (UPA), la Asamblea Nacional de Ucrania-Autodefensa Popular (UNA-UNSO) y el partido Svoboda (libertad), uno de los tres que lideran la revuelta y cuyo máximo dirigente es Oleg Tiagnibok, «no es, como aseguran algunos, ni totalitario ni fascista. Tampoco somos racistas o antisemitas». Lo cierto es que en Ucrania son muchos los que no se creen lo que dice Tarasenko y muchos hechos lo avalan, como la parafernalia que exhiben esas organizaciones y las simpatías hacia el batallón nazi 'Nachtigall', creado en febrero de 1941 por medio millar de ucranianos para luchar contra los soviéticos.

En una entrevista a la radio Eco de Moscú, Tarasenko deplora que a ellos les acusen de infringir las leyes cuando «es el régimen criminal de Yanukóvich el que viola todos los preceptos». «Lo de pertenecer o no a la Unión Europea nos da igual, de lo que se trata es de llevar a cabo nuestra revolución nacional e impedir que el país siga en manos de oligarcas y bandidos. Empleamos la fuerza porque ellos también la utilizan contra el pueblo», advierte.

El dirigente ultranacionalista anuncia sin entrar en detalle que «vamos a actuar en breve de forma más eficaz. El actual proceso es irreversible, o ganamos nosotros o serán ellos quienes nos fusilen. Un nacionalista ucraniano es quien está dispuesto a morir por la nación ucraniana».