Celdas gratis total
España no se plantea cobrar una tasa a los presos por su manutención como hace Alemania y ha anunciado HolandaLa exdirectora de prisiones afirma que «quien aboga por una medida así desconoce la realidad de los internos, es una barbaridad»
Actualizado:La decisión avanzada por Holanda de seguir los pasos de Alemania y Dinamarca para cobrar a sus reclusos 16 euros diarios a modo de gasto para su manutención ha puesto de manifiesto un debate que se da en varios países de la Unión Europea, pero que no se ha producido en España, y que, por el momento, el Ministerio del Interior no ha anunciado que se vaya a producir.
En la actualidad, los 83 centros penitenciarios distribuidos en todo el territorio nacional albergan a 57.000 personas, a las que hay que sumar otras 9.800 en Cataluña, comunidad con las competencias transferidas en esta materia. El presupuesto de 2014 para la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias asciende a 1.122 millones de euros. De esta cantidad, la partida más importante va a parar a los gastos de personal, que acaparan 807,9 millones. La alimentación de los internos supone un desembolso de 78,1 millones mientras que su asistencia sanitaria tiene un coste de 64,5 millones.
Según los cálculos de las autoridades holandesas, el cobro a los internos ahorrará 65 millones a las arcas públicas, una cifra que en tiempos de recortes les lleva a defender que los condenados por delinquir sufraguen de su bolsillo parte de lo que gasta el Estado en su mantenimiento. Frente a esta posición, la máxima responsable de Instituciones penitenciarias entre 2004 y 2012, Mercedes Gallizo, valora que la posibilidad de cobrar una cantidad para ahorrar costes significa «una barbaridad se vea por donde se vea».
«Quien aboga por una medida de este alcance desconoce la realidad de los internos, que es igual aquí que en Holanda. Se trata de gente sin recursos que no puede hacer frente a un gasto semejante. De poder ganar algún dinero con el trabajo dentro del centro se lo debe dar a su familia, que en muchos casos se queda sin ingresos porque el condenado era la única fuente de ingresos de la familia», critica sin tapujos Gallizo, que cree una obligación de pago sería equivalente a una regresión a la época de los trabajos forzados.
La mitad de Holanda
En España, el gasto previsto por la alimentación en 2014 supone una media diaria por interno de 3,75 euros, mientras el sanitario se queda en 3,1 euros. La exresponsable de Instituciones Penitenciarias durante los dos mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero considera que se trata de un coste bajo, muy alejado de los 16 euros que se quiere exigir en Holanda, y considera que «solo faltaría» que los reclusos tuvieran que pagar también el sueldo de los funcionarios que los vigilan, con mucha diferencia el trozo más grande de la tarta presupuestaria.
En cualquier caso, Gallizo opina que «es obligación del Estado cargar con los costes de las penas que impone su sistema judicial a una persona» y confiesa que le cuesta dar crédito a que «alguien pretenda que se cobre a una persona por estar privada de su libertad».
Tomando como base las estadísticas de Eurostat, España lidera la tasa de Europa occidental con 143 internos por cada 100.000 habitantes, muy por encima de las de Alemania (81), Italia (110) o Francia (112). Esto, a pesar de presentar una de los más bajos índices de delincuencia.
Esta paradoja se debe, asegura Gallizo, a que la Justicia se rige por un Código Penal muy severo, que, además, establece para el condenado uno de los cumplimiento de pena más altos del continente europeo y en niveles similares a los de países de la Europa del Este, con una tradición más dura en cuanto a esta materia punitiva.
Para rizar más el rizo, el problema podría agravarse aún más cuando entre en vigor el nuevo Código Penal que actualmente se tramita el Congreso, según ha venido denunciando a lo largo de los últimos meses colectivos como Jueces por la Democracia. «España se encuentra en los niveles más bajos de delincuencia en el ámbito europeo, cuenta con el mayor número de presos por habitante y tiene los niveles más elevados de cumplimiento de las condenas», advierte para resumir la paradoja de la situación carcelaria del país.