Balonmano | Europeo

Bronce para el carácter hispano

España derrota a la selección croata en un encuentro de mucho sufrimiento

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España se subió al podio de un Europeo de balonmano ocho años después. Consiguió imponerse a una Croacia que siempre estuvo ahí y a la que nunca llegó a descolgar en el marcador. Eran dos selecciones cansadas de una competición exigente y marcadas por no haber podido colarse en la gran final. España sacó el carácter y derrotó con mucho sufrimiento a los aguerridos, a veces demasiado, jugadores de Goluza. Los Hispanos fueron mejores. Sufrieron sobre la pista y se llevaron un bronce que sabe a gloria a los actuales campeones mundiales. De paso, los pupilos de Manolo Cadenas se sacan la espinita del último Europeo, donde los croatas se llevaron el bronce ante los españoles.

El partido fue intenso desde el pitido inicial, con marcadores igualados. El equipo balcánico vivía de su mejor hombre, Duvnjak. España asentó la defensa y comenzó a correr. Sierra apareció como un muro y España abrió brecha hasta el 8-11 (m. 19). Cañellas seguía inconmensurable y Alberto Entrerríos mostraba lo mejor de su repertorio.

Pero Croacia hacía la goma y se acercaba (10-11, m.23). Cadenas pidió tiempo muerto. Saltó a la cancha el zurdo Buntic, que con tres tantos de manera consecutiva llevó el partido a la igualada (12-12, m. 25). Pero Croacia se diluyó en los últimos cinco minutos. Sierra siguió a lo suyo (acabó la primera mitad con un 40% de efectividad), lo mismo que Cañellas (autor de siete goles al descanso, cinco desde los siete metros) y Entrerríos. España anotó cuatro goles y logró la máxima renta, cuatro tantos (12-16). Los primeros treinta minutos de juego finalizaban con ventaja española de tres goles, 13-16.

La segunda comenzó mucha más trabada, con tres exclusiones, en los diez primeros minutos de juego. Morros por España y Musa, éste en dos ocasiones, por Croacia, dejaron a sus equipos en inferioridad. Los Hispanos perdieron gas y comenzaron a tener problemas en el juego estático. Pese a ello aguantó el tipo, tiró de carácter pese al evidente cansancio de sus jugadores franquicia. Tras un muerto tiempo de Goluza, su equipo encajó un parcial de 0-2, lo que dio oxígeno a los españoles (20-23, m. 45).

España mantuvo la diferencia hasta que el choque entró en los últimos diez minutos. Croacia quemó sus últimas naves y se colocó a un solo gol (25-26, m. 53).

De ahí al final fue un auténtico sufrimiento para los dos equipos, justos de fuerzas e ideas. España fue castigada con un pasivo, perdió a Ugalde dos minutos y el combinado croata acariciaba la remontada. Máxima tensión. Aginagalde, el mejor en la segunda, anotó el 26-28, pero el equipo de Goluza se situó de nuevo a un solo gol. Eso sí perdieron dos minutos a Duvnjak y por ahí se les marchó el encuentro. Cañellas volvió a poner a los Hispanos dos tanto por encima. Ataque croata en inferioridad. El rechace le llega a Vori que pone el marcador 28-29 a veinte segundos del final. Cadenas pidió tiempo muerto a falta de diez segundos y los españoles dejaron pasar el reloj hasta el pitido final para colgarse el bronce.