El Banco de España certifica que el aumento del consumo reactivó el PIB
El organismo regulador confirma que la actividad aumentó un 0,3% en el cuarto trimestre de 2013 y cifra su contracción anual en el 1,2%
MADRID.Actualizado:El aumento de la demanda interna, y en particular del consumo privado, está detrás de la «mejora gradual» que la economía española experimentó desde mediados de 2013 y que le permitió registrar tasas positivas de crecimiento en el tercer y cuarto trimestres del año (0,1% y 0,3%, respectivamente). Así lo asegura el Banco de España en su boletín económico correspondiente al mes de enero, en el que afirma que «a pesar del perfil de mejoría reseñado, el PIB habría descendido un 1,2% en el conjunto de 2013», tasa que inferior en una décima a la estimada por el Gobierno y que refleja en gran medida el efecto arrastre derivado de la agudización de la recesión a finales de 2012.
El organismo regulador detalla que el avance trimestral del PIB en el cierre de 2013 (0,3%) se traduce en estancamiento de la actividad cuando se compara con el último trimestre de 2012. Por el lado del gasto, la demanda nacional habría registrado un avance similar al del período julio-septiembre (0,3% intertrimestral) y la demanda exterior neta habría repuntado levemente, con una contribución nula al PIB.
El Banco de España enmarca esos resultados dentro de «un entorno de alivio» de las tensiones en los mercados financieros, «progresiva normalización» de los flujos de financiación externa y «mejora de la confianza y del comportamiento del mercado de trabajo».
La institución atribuye la caída que sufrió la producción el año pasado al descenso de la demanda nacional (2,8% anual). No obstante, explica que el retroceso fue «reduciendo su ritmo de contracción a lo largo del ejercicio», hasta alcanzar «pequeños avances intertrimestrales a partir del verano, por primera vez desde 2010». Según su análisis, «todos sus componentes mostraron mejorías a medida que avanzaba el año, de intensidad mayor en el caso del consumo privado, que anotó variaciones positivas ya en el tercer trimestre».
El consumo de las familias puso fin a dos años de caídas y mostró signos de recuperación durante todo el segundo semestre. Para el cuarto trimestre, el organismo gobernado por Luis María Linde estima un avance del consumo similar al del período julio-septiembre que, de confirmarse, implicaría un descenso del 2,4% en su tasa media anual. La suave recuperación del consumo se produjo en un contexto de ralentización de la caída de la renta disponible. Por su parte, la tasa de ahorro se mantuvo en torno a los niveles de cierre de 2012 (10,5% de la renta disponible en el tercer trimestre de 2013, en términos acumulados de cuatro trimestres).
Gasto público
Peor evolucionó el gasto público, que siguió atenazado por la austeridad. Aun así, en la segunda mitad de 2013 minoró su contribución negativa gracias a la decisión del Consejo Europeo de junio de relajar el objetivo de déficit presupuestario, hasta el 6,5% del PIB.
La inversión residencial siguió disminuyendo en los últimos meses del año, pero a ritmo inferior al registrado hasta el verano, estimándose un descenso medio anual del 8%. La inversión en vivienda habría retrocedido por sexto año consecutivo y su peso en el PIB se habría reducido algo más de un 65% desde el máximo cíclico a mediados de 2006, hasta representar un 4,2% del PIB.
Por su parte, la demanda exterior neta mitigó por sexto año consecutivo el impacto de la contracción del gasto interno sobre la actividad. El Banco de España estima que aportó 1,6 puntos al PIB, apoyada en el avance de las exportaciones. Aun así, los últimos datos de comercio exterior publicados por el Ministerio de Economía, arrojan una sorpresiva caída interanual de las ventas al exterior en noviembre (2,2%).
En los once primeros meses del año, las exportaciones acumulan un crecimiento del 5,4%. Esa evolución positiva refleja un crecimiento de las ventas de bienes al resto del mundo «muy superior al avance de los mercados de exportación y una evolución excepcionalmente positiva de las exportaciones de turismo». La contribución de la demanda exterior neta mostró, no obstante, una trayectoria descendente a medida que se fueron desacelerando las exportaciones tras el debilitamiento de las economía emergentes y fueron repuntando las compras que España hace al resto del mundo «por la incipiente recuperación de la demanda final».