UN 'TIEMPO NUEVO' Y MENOS SEVILLANO
Actualizado: GuardarEn tiempo de cambios, hacer mudanzas. La máxima de Santa Teresa, llevada a su contrario. La Confederación de Empresarios de Andalucía se suma a la lista de instituciones que relevan a sus dirigentes en plena tormenta interna y logran una «revolución naranja», controlada, desde dentro, que minimiza los riesgos y a la vez promueve esperanza entre los suyos y expectación en general.
Este era el sentimiento más extendido ayer, en la concurrida asamblea general que eligió a Javier González de Lara como nuevo presidente de la CEA.
Junto con la renovación, el «tiempo nuevo», el salto generacional, llega a la patronal andaluza un discurso que habla con un sorprendente énfasis de ética, de regeneración y de transparencia. González de Lara triunfó en su prolija declaración de intenciones, que fue bien acogida por los asistentes. No le queda otra a este empresario malagueño de 50 años, un dirigente de la casa, pero «descontaminado», que ha de hacer frente a una situación crítica en la CEA, con una deuda no cuantificada, su anterior cúpula imputada y su gestión de los fondos de formación bajo sospecha.
Además, el relevo en la CEA tiene un interés añadido, la desaparición de dirigentes sevillanos del núcleo duro de la patronal: presidente de Málaga, vicepresidente primero de Granada y vicepresidente segundo de Cádiz. Hace pensar si se está desplazando de verdad el eje del poder económico y provoca no pocos recelos en estas orillas del Guadalquivir.
En lo que no cambia la CEA es en la escasa presencia de mujeres. Solo una, Ana Alonso, tesorera.