«La chica se puso a vacilar a la ola... y la engulló»

Se llama Óscar Moreno, es natural de Santa Cruz de Bezana y nunca creyó que un paseo familiar por El Sardinero terminara así, haciéndole famoso a él y a la ya conocida como la 'chica del vídeo de El Sardinero'. Tiene 18 años y sus padres le regalaron una cámara por Reyes. Sabedores de que la alerta naranja decretada en la costa aquel día ofrecía imágenes espectaculares de enormes olas golpeando la zona de El Chiqui, en Santander, fueron a poner en marcha la videocámara. Al ver a tres jóvenes saliendo de la segunda playa de El Sardinero, Óscar decidió hacer su primer 'travelling'. "De repente -relata- una de las chicas se puso a vacilar a la ola y... sucedió lo que sabemos todos: la engulló. Fue un instante muy largo, hasta que logró salir. Lo hizo por su propio pie, sin ninguna herida que se apreciara desde donde yo estaba. Todo dentro de cierta normalidad pese al susto, hasta el punto de que estuvo un buen rato buscando sus zapatillas. La ola se la llevó sin que le diera tiempo a reaccionar y con todas sus pertenencias en las manos", describe.

"Al principio -cuenta el joven autor de un vídeo que ha dado la vuelta a España y que ya ha sido visto por casi un millón de personas en internet- éramos pocos mirando, pero al poco tiempo, se nos unieron varias personas que estaban paseando por la zona en cuanto se dieron cuenta de que algo estaba ocurriendo en la playa. Terminamos siendo unos 20 o 30".

En el momento en que la ola engullía a la joven, de la que desconoce su identidad, "algunos de los que estaban presenciándolo se lo tomaron a risa, haciendo comentarios y chistes. Pero otros nos lo tomamos en serio, porque temíamos que pudiera golpearse con alguna roca o con el muro". Incluso, las dos amigas que la acompañaban "tampoco se lo tomaron muy en serio".

En la red

Este cántabro, estudiante de Biotecnología en la Universidad de Oviedo, esperó unos días a subir el vídeo a su canal de YouTube. "Estaba de exámenes y tenía que estudiar", explica. El 9 de enero decidió descargar el vídeo de su cámara, pixeló la cara de un menor que aparece en las imágenes, lo firmó como Morenuuus Creatives, porque "no me pareció que poner mi nombre fuera muy original", lo etiquetó y ¡voilá! casi 900.000 visualizaciones (ayer por la tarde) en la red.

Afirma que es un poco "exagerado" decir que su vida cambió, pero su día a día, por lo menos, fue diferente - "e incluso estresante", reconoce-. "Todo comenzó cuando El Diario colgó en su página web el vídeo. A partir de ahí comenzó la lluvia de llamadas. Primero mi madre, después mis amigos y, un día después, cantidad de empresas me ofrecieron un contrato".

El vídeo de Óscar se catalogó como 'viral de potencia'. Así que tras estudiar la elevada dosis de ofertas, dio su visto bueno a "la que me brindó mejores condiciones. Me quedé con la mejor, 'Jukin Vídeos', una que tiene un canal muy famoso en YouTube. Era la mejor opción porque ya sabía cómo trabajan".

Así comenzaron las comunicaciones con los 'researches' (buscadores de vídeos virales). Después de rubricar el contrato a través de la 'firma online', Moreno recibió una cantidad de dinero que prefiere no desvelar. Las cláusulas del contrato figuran de la siguiente forma: el cántabro es el propietario único del documento gráfico y la empresa con la que ha llegado al acuerdo, la encargada de distribuirlo y difundirlo por los medios de comunicación. "Me dan el 60% del beneficio que obtengan", explica Óscar.

¿Se arrepiente de haber subido el vídeo a la red? Se hace un largo silencio al otro lado del teléfono. "Me da un poco de pena la chica. Estoy preocupado por si se ha sentido ofendida. El resto no me importa. No sé cómo se lo habrá tomado... No era mi intención dejarla en ridículo, ni mostrar su mal comportamiento".

Tanto es así que el cántabro ha pedido en la descripción del vídeo en Youtube respeto en los comentarios. A Óscar no le hace ni pizca de gracia. "Se podía haber hecho daño. Es más, algunos de los que presenciaron el incidente le gritaban que tuviera cuidado con la roca. La verdad es que me da un poco de pena. No pensé que fuera a tener tanta repercusión aunque no creo que la reconozcan por la calle".