MUNDO

Sangrienta represión policial en Kiev

La muerte de cinco manifestantes, dos de ellos por disparos de francotiradores, agrava la crisis en Ucrania y provoca la condena internacional

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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Las autoridades ucranianas decidieron ayer recurrir a la fuerza para tratar de poner fin a una revuelta que dura ya dos meses y en el empeño, por ahora fallido, se ha empezado a derramar la primera sangre. Cuatro manifestantes murieron por herida de bala y otro más al caerse desde lo alto de la columnata de la entrada al complejo deportivo Dinamo, situado al comienzo de la calle Grushévskaya de Kiev, en el epicentro de los enfrentamientos de los últimos días. Según fuentes médicas, otras 300 personas resultaron heridas en los altercados.

El boxeador Vitali Klichkó, líder de la Alianza Democrática de Ucrania por las Reformas (UDAR), cree que las autoridades se disponen a lanzar una gran operación para disolver a la gente concentrada en la plaza de la Independencia, el famoso Maidán. Lo dijo en esa misma explanada ante más de 50.000 personas tras regresar de una reunión con el presidente, Víctor Yanukóvich, en la que también participaron Arseni Yatseniuk, jefe del grupo parlamentario de la coalición Batkívshina -segunda fuerza en el Parlamento y cuya máxima dirigente es la ex primera ministra, Julia Timoshenko- y Oleg Tiagnibok, que encabeza el partido ultranacionalista Svoboda (libertad).

«Hoy quieren desalojar el Maidán, pero mañana, si Yanukóvich no nos escucha y hace concesiones, pasaremos a la ofensiva», advirtió ayer el campeón mundial de los pesos pesados ante los allí congregados. En términos similares se expresaron Yatseniuk y Tiagnibok. La reunión con el jefe del Estado no dio ningún resultado. Según Klichkó, se dejó la puerta abierta a la destitución del Gobierno, siempre y cuando lo acepte el Partido de las Regiones, el mayoritario en el Parlamento, y fue rechazada la convocatoria de elecciones anticipadas, ni presidenciales ni legislativas. El dirigente opositor considera que «unos comicios resolverían la actual crisis y el presidente tiene posibilidad de hacerlo (.) le insto desde aquí a solucionar la situación mediante las urnas».

Las muertes de ayer provocaron una ola de repulsa internacional. La Embajada de EE UU en Kiev anunció sanciones contra los altos cargos ucranianos implicados en la orden de disparar contra los manifestantes. En un comunicado de la legación diplomática estadounidense se habla de la «anulación» de visados a los funcionarios concernidos. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó que en Bruselas se estudia igualmente la posibilidad de aplicar algún tipo de medidas contra la dirección política de Ucrania, si continúa la actual situación de violencia y ausencia de resultados en las negociaciones entre el Gobierno y la oposición. Barroso dijo sentirse «conmocionado» cuando supo que en Kiev hubo muertos.

La OTAN también ha expresado su «extrema preocupación» por lo sucedido en la capital ucraniana y países como Alemania y Polonia han hecho sendos llamamientos a poner fin a las hostilidades y a resolver la situación por la vía del diálogo.

Defensa de una barricada

Tras una noche con enfrentamientos esporádicos entre fuerzas de la Policía y los atrincherados en el parapeto levantado en la calle Grushévskaya, ayer por la mañana varias unidades del destacamento antidisturbios 'Bérkut' (águila) cargaron contra los manifestantes y comenzaron a desmantelar la barricada. Fue el momento cuando, según la oposición, pudieron producirse los disparos con arma de fuego y causar al menos dos de las cinco víctimas.

Pero, ante el empuje de los opositores que iban llegando desde la vecina plaza de la Independencia, los agentes tuvieron que replegarse. Llevaron a cabo un intento más de disolver a los presentes, esta vez con la ayuda de un vehículo blindado, pero se vieron obligados a retroceder por segunda vez. Los manifestantes volvieron entonces a reconstruir la barricada con los restos de los vehículos policiales quemados. Horas después, con el objetivo de obstaculizar posibles ataques de los 'Berkut', los activistas del Maidán quemaron neumáticos, lo que levantó un espeso e irrespirable humo que invadió toda la parte central de la ciudad.

Uno de los muertos ha sido identificado como Serguéi Nigoyán, de origen armenio pero residente en la región de Dniepropetrovsk. Tenía 22 años y llegó a Kiev el pasado 8 de diciembre. Según los servicios médicos, presentaba cuatro orificios de bala en la cabeza y uno en el cuello. En un comunicado de la oposición, se declara que tales disparos «no pueden haber sido efectuados en legítima defensa (.) más bien parecen obra de un francotirador que actuó de forma deliberada».

Según los testigos, la Policía se dedicó ayer a intimidar a los manifestantes recordándoles que las nuevas medidas que castigan con fuertes multas e incluso la cárcel a los participantes en actos públicos no autorizados acaban de entrar en vigor. Estas leyes, que restringen considerablemente, entre otros derechos, los de manifestación y reunión, fueron adoptadas la semana pasada por la Rada (Parlamento) y promulgadas el viernes por Yanukóvich.