Los diputados díscolos del PSC, al 'gallinero'
Ocupan tres escaños en la última fila del grupo socialista en el Parlamento catalán
BARCELONA.Actualizado:La dirección de los socialistas catalanes escenificó ayer el arrinconamiento orgánico y representativo que sufrirán los tres diputados díscolos a partir de ahora. Nuria Ventura, Joan Ignasi Elena y Marina Geli se vieron obligados a cambiar su ubicación en el Parlamento autonómico -hasta ahora estaban sentados en la tercera fila de la bancada del PSC- y desde ayer ocupan los escaños de la última fila del hemiciclo junto a Ciutadans, en el 'gallinero' de la Cámara catalana. Así se visualiza su castigo y su posición marginal en el actual PSC por romper la disciplina de voto del grupo parlamentario y situarse junto a las fuerzas soberanistas.
La cúpula de los socialistas catalanes, que está a la espera de la resolución del comité de garantías del partido para decidir qué sanción impone a los diputados, ni siquiera permitió a los disidentes participar en la reunión del grupo parlamentario previa al pleno sobre presupuestos. Pere Navarro y la dirección del partido insisten en que renuncien a su acta de parlamentarios para evitar la expulsión al grupo mixto. Un paso que repercutiría en el grupo socialista ya que pasaría a tener 17 diputados en vez de los 20 actuales, y por tanto dejaría de ser la tercera fuerza del Parlamento de Cataluña, superado por el PP con 19 escaños.
Mientras, miembros de una de las corrientes críticas del partido, Avancem, que lidera Elena, se manifestaron ante la sede del PSC para denunciar lo que, a su juicio, es un trato «ofensivo» y de «acoso psicológico» hacia los tres parlamentarios por parte de la dirección socialista. Dirigentes de este movimiento del sector más catalanista hicieron llegar a la cúpula del partido una carta en la que señalaron que la decisión de arrinconar a los críticos en la cámara autonómica supone «atentar contra la buena imagen histórica del socialismo catalán» en cuanto a su respeto por la pluralidad.
Después de tres jornadas en las que se han sucedido las medidas disciplinarias contra los tres miembros del sector catalanista que desafió a la dirección, el socialismo catalán, que trata de cerrar la crisis y que ha apostado por acercar posturas con el PSOE, está pendiente del expediente disciplinario que debe emitir su comité interno, que podría ver la luz en tres semanas y que podría suponer la expulsión de los díscolos. Y está por ver si la ruptura del partido.