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El hartazgo de Casillas

El mostoleño asegura que seguirá el año próximo en el Madrid pero se declara «aburrido» por el continuo debate sobre la portería

MADRID Actualizado: Guardar
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Da igual que el Real Madrid lleve seis partidos sin recibir un gol, que los blancos hayan recortado a la mínima expresión la distancia en la Liga con el Atlético y el Barça, o que vayan superando rondas en la Copa sin apenas apuros. El runrún sobre la conveniencia de la alternancia de inquilinos en la portería siempre está presente.

Desde que Carlo Ancelotti optó por ejercer de Salomón y repartir casi equitativamente la titularidad entre Diego López e Iker Casillas, se ha alabado y criticado a partes iguales la oportunidad de la decisión tomada por el italiano y por Villiam Vecchi, el veterano entrenador de los arqueros merengues. Así, cada vez que comparece uno de los dos cancerberos ante los medios debe aclarar y repetirse día sí y día también que el respeto de ambos por Carletto y sus alineaciones es absoluto y que la competencia es buena para el equipo.

La sensación de hartazgo tanto del gallego como del mostoleño es ya evidente. El martes, en Cornellá, le tocó el turno a Casillas. Y fue más claro que de costumbre. «Ya me aburre hasta a mí hablar de esto», espetó, y animó a los aficionados a que disfrutaran «de los jugadores y de la alineación que ponga el míster en cada competición y en cada jornada. Y ya está». «Sí, me veo el año próximo en el Madrid», fue el guiño final a sus seguidores.

Son ya muchos meses de ruido externo, pese a que en la plantilla son ya naturales los cambios en la meta. Incluso Iker lo asume y no se plantea variar a estas alturas de la temporada. «Lo que tengo que hacer es entrenarme lo mejor posible , primero por mí y luego por el equipo -comentó-. Y disfrutar cuando juegue, porque es un placer».

El Santo' pasa por un momento dulce. No recibe un gol desde el pasado 27 de noviembre, cuando el jugador del Galatasaray Umut Bulut le batió en el partido de Liga de Campeones disputado en el Santiago Bernabéu. 592 minutos de juego han pasado desde entonces, su récord de imbatibilidad.

Su deseo es que «dure mucho la racha con la portería a cero» porque tiene claro que, «con estos jugadores y las ocasiones que crean», no recibir goles «es sinónimo de victoria en todas las competiciones».

Además, por el camino ha dejado paradas importantes, como la que realizó a Córdoba en Barcelona y que evitó el empate de los periquitos. El delantero colombiano encaró a Casillas en un contragolpe en un mano a mano que recordó mucho al del Mundial de Sudáfrica y que acabó con el mismo resultado. Ni Robben entonces, ni el delantero colombiano en Cornellá pudieron superar al mostoleño, que fue despedido con gritos de «¡Iker, Iker, Iker!» por los aficionados.

Javier Aguirre destacó la ocasión perdida por su pupilo y, con su gracejo típico, comentó que «si el negrito tuviera gol estaría en el Chelsea». Quizás debió añadir que el portero rival está donde está porque precisamente suele sabe salir airoso de este tipo de vericuetos.

El internacional español recibió los elogios de su jefe por la marca y por su intervención. Ancelotti, que no entra en debate alguno con la prensa pero tampoco pierde la ocasión de intentar explicar un parecer que se sale de la norma, se toma con calma la poco usual circunstancia de tener dos porteros titulares -«Tenemos muchos frentes abiertos, los dos están haciendo más o menos los mismos partidos y Casillas es titular, como lo es Diego López», explicó. En Cornellá felicitó al habitual de la Copa, destacó que «hizo una gran parada», señaló que se merecía el récord «por su profesionalidad» y recalcó que «está ayudando mucho al equipo».

Así, entre los parabienes de Ancelotti y esta titularidad a medias, Iker ha encontrado la tranquilidad que le faltaba desde que Mourinho decidió relegarle al banquillo hace más de un año. A ello ha colaborado también su nuevo papel como padre, que le ha ayudado a descubrir «las cosas esenciales y necesarias de la vida».