Rajoy admite que la reforma del aborto es «susceptible de mejoras»

Mariano Rajoy, en contra de sus deseos, vio cómo la primera sesión de control al Gobierno de este año estuvo protagonizada por un duro debate en el Congreso, liderado por el PSOE, sobre la reforma de la ley del aborto que prepara el Ejecutivo y que es rechazada de forma unánime por la oposición.

El presidente del Gobierno, que ha tomado buena nota de las numerosas voces que en su propio partido se han revelado contra el texto de Alberto Ruiz-Gallardón, admitió que en el anteproyecto “hay algunos puntos sin duda controvertidos” y se mostró dispuesto “a hablar con todos” los grupos parlamentarios para lograr “algún tipo de entendimiento” y evitar que, “de nuevo”, se rompa en este particular el consenso que acabó por generar la primera ley de supuestos elaborada por los socialistas, la de 1985.

Lejos parecen haber quedado las palabras de Gallardón, nunca desmentidas por Rajoy, de que el anteproyecto sobre el aborto sería prácticamente idéntico a la ley que se pretende aprobar dentro de unos meses. El presidente lo dejó claro hoy cuando, en aras del consenso que ahora demanda, señaló que el anteproyecto es “susceptible de mejoras”, porque dice que el PP no quiere imponer sus tesis a nadie sino “lograr una ley que sirva a la mayoría social”. Eso sí, de sus palabras también parece deducirse que no está dispuesto a ir más a allá que a un regreso a la ley de 1985, pero nunca a un mantenimiento de la actual de plazos.

El PSOE y el BNG interrogaron por la misma polémica al propio ministro de Justicia, a la vicepresidenta y a la ministra de Sanidad, pero ninguno aportó ya novedades sobre lo dicho por Rajoy, que fue quien marcó en exclusiva la nueva línea matizada del Gobierno sobre este asunto.

Fue la número dos del PSOE, Elena Valenciano, la que se encargó de dejar claro a Rajoy que, aunque ahora los propios diputados populares les digan que van a hacer concesiones a la oposición, a los socialistas ya no les vale nada que no sea la retirada del actual anteproyecto y su entrada “en un cajón”. “No nos van a valer” las pequeñas modificaciones, le advirtió. No les sirve nada que no sea la actual ley de plazos. “No vamos a permitir que nadie quite libertad a la mujer”, resumió.

Los socialistas, además, siguen con la intención de usar el aborto como principal ariete para desgastar al Gobierno y al PP ante las europeas. La propia Valenciano espetó al ministro de Justicia que está “atrapado” y que la radicalidad de su proyecto “le va a costar políticamente muy caro”. “¡Vaya la que ha liado sin necesidad!, un gran lío en el PP y una gran afrenta a las mujeres españolas”, aseguró. La portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, también uso la polémica para zaherir a quien denominó como “la vicepresidenta muda”.

Cree que el silencio sobre este asunto de Soraya Sáenz de Santamaría indica que “o no tiene posición o no tiene fuerza política para defender sus posiciones”.