'Un hombre bueno'
"He aprendido de él y he reído con él. Quise ser periodista leyendo a Manu Leguineche"
Actualizado: GuardarMe hice periodista leyendo a Manu Leguineche. Cuando era un crío leía con avidez en 'El Norte de Castilla' sus crónicas de la Guerra de Vietnam. Era algo exótico, único, un periodista español que escribía desde Vietnam crónicas de una guerra lejana para los españoles pero decisiva para la historia.
Manu te llevaba de la mano y te ponía a su lado en los escenarios que él narraba, además interpretaba lo que pasaba, no solo lo que se veía en la televisión en blanco y negro. Manu tenía la virtud del buen periodista, te contaba lo que pasaba, lo que se veía, lo que no se veía, lo que ocurría y por qué, y lo hacía con rigor de historiador, con afán indesmayable por buscar la verdad. Sus textos, crónicas periodísticas y libros, sirven como material histórico, son piezas que sirven para conocer la historia, para saber lo que pasó.
Hijo de la postguerra española, a Manu Leguineche le gustaba parafrasear a Michel Herr y decía: "No tuvimos infancia, pero tuvimos Vietnam". En un país pacato y aislado del resto del mundo, era de los pocos periodistas españoles que viajaban por el extranjero y lo contaban.
Manu Leguineche era una hombre bueno. Buen profesional, buena persona, bien intencionado, generoso. Bueno, profundamente bueno.
He compartido espacios con él en la radio, en Onda Cero, con Luis del Olmo; en el Festival de Cine de San Sebastián, cuando con gráficas metáforas comparaba Hanoi con el Burgos del final de la Guerra Civil española: "No se podía ni comprar un paquete de Celtas".
Manu Leguineche, después de ser un trotamundos, en sentido estricto, se ancló en Brihuega, donde recibía a la gente con su cariño, generosidad y hospitalidad. Allí le entrevisté para CNN+. He aprendido de él y he reído con él. En los últimos años estaba muy tocado, resultaba doloroso hablar con aquél hombre, lleno de vitalidad y ahora casi inmovilizado.
En una profesión bastante cainita, creo que no es exagerado decir que Manu Leguineche es un periodista al que todos los periodistas queremos, admiramos y hemos leído. He aprendido de él y he reído con él. Quise ser periodista leyendo a Manu Leguineche.
Se ha ido una buena persona, un buen profesional.