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Puerta de entrada del restaurante 'A Meta dos Leitões', en la localidad de Mealhada. :: R. C.
Sociedad

La factura protesta

El dueño de un restaurante luso hincha la cuenta a los militantes de un partido aliado con el Gobierno, «en represalia por lo que han robado»

SERGIO PEREA
MADRID.Actualizado:

Como un domingo cualquiera, un grupo de quince militantes del CDS portugués se encaminaban hacia el Algarve para asistir al último congreso de su partido. Hambrientos, decidieron hacer un alto en el camino para comer algo en 'A Meta dos Leitões', en el término municipal de Mealhada, cerca de Coimbra. Todo transcurría con plácida normalidad hasta que llegó el momento de abonar la cuenta. Les habían cobrado cuatro menús de más. Un despiste comprensible, debieron de pensar. Pero no tardaron en comprobar que estaban equivocados.

Persuadido del supuesto error de las comandas, fue el mismo propietario quien hizo saber a sus comensales que había realizado la suma de manera plenamente consciente. «Lo hago en represalia por lo que nos está robando el Gobierno que vosotros apoyáis», les espetó. Los agraviados clientes abandonaron el local, visiblemente irritados, aunque sin dejar constancia del hecho pues, según ellos mismos afirmaron, el dueño les negó el libro de reclamaciones.

Estos militantes del CDS han explicado en internet que prefirieron no pedir la hoja de reclamaciones porque llegaban tarde al congreso. Esta versión es negada por el hostelero: «Para darles el libro de reclamaciones les pedí que me enseñaran el carné de identidad. Salieron a buscarlo a sus coches, pero ya no volvieron», señala Gonçalo Sarmento, protagonista del insólito hecho.

El Centro Democrático Social es una suerte de partido 'bisagra' de tintes conservadores que, pese a su modesta representación, acostumbra a formar coalición con Gobiernos de diverso signo. Aunque se dieron un sonado batacazo de las legislativas de 2011, hallaron cobijo en el Gabinete de Aníbal Cavaco Silva. Portugal ha sufrido con especial intensidad los efectos de la crisis con unos durísimos ajustes que han motivado una conflictividad social permanente en los últimos años. Por todo ello, al reconocer la identidad de sus huéspedes, Sarmento vio una ocasión idónea para consumar su pequeña 'vendetta'. «Esta gente me ha robado la vida, ahora les robo yo a ellos», afirma el hostelero.

Héroe para unos, villano para otros, el relato no tardó en recorrer todos los rincones del país vecino. Los militantes denunciaron en Facebook haber sido «víctimas de un asalto». En pocas horas la historia se viralizó a través de la red y no tardó en tener su resonancia en medios nacionales. Sarmento aseguró haber recibido amenazas y amagó con demandar al CDS, cuyos afiliados crearon una página bajo el título 'A Meta dos Ladrões', ironizando con el nombre del local.

Una difamación que contrasta con el apoyo conseguido por el restaurante en las redes sociales. No niega Sarmento que, desde aquel domingo, ha multiplicado su clientela. Tampoco permanecen ajenos sus compañeros de gremio. Cada día son más establecimientos los que se incorporan a una peculiar plataforma de apoyo con el lema 'Amorticemos lo que nos han robado'.