Belén Esteban for president

Discúlpenme. O no lo hagan. Pongan su mente en blanco, déjenme jugar un poco. Piensen en una daltónica playa de arenas rojas y aguas verdes. Ahora, borren esa imagen y contesten sin pensar, quién quieren que sea presidente del gobierno.

«Belén Esteban».

Se han extrañado -avergonzados de su chikilicuatrismo- de un pensamiento huido de su razón lógica. Claro, -se autoanalizan- alguien que conecta con el pueblo. Como Belén. Una mujer que ha superado su Yo autodestructivo, una experta del bello y noble arte de resurgir de sus cenizas -les ahorraré el símil del ave fénix-. La Esteban no engaña, dice con claridad lo que desea, lo que piensa, lo que hay. ¿Me entiendes? No ha milongado diciéndonos que el best-seller con cuyas ventas ha abofeteado a todos los escritores de inicios del siglo equis-equis-palito, lo ha escrito ella -con su coño, suponemos que añadiría- y se agradece. «No queremos Susanas, ni Cármenes, ni Sorayas, ni Cospedales. ¡Queremos Estébanas!».

La diva sorprendería al auditorio electoral, no como Albert Rivera, que se le ve venir. El presidente de Ciudadanos lee un guion de Hollywood que gusta; lo tiene aprendido y declamado con deleite. Tampoco innova la agrupación de Ortega Lara, aunque le robe la marca a los diccionarios Vox. El nuevo partido es la suma de retazos desmigados de partidos mayoritarios. Nada nuevo cara al sol. Y en Cádiz, un grupo de conocidos protohombres está creando un movimiento ciudadano con visos de convertirse en partido para 2015, ahora que el PSOE gaditano está en busca y captura. Este foro, integrado por cadistas que navegan de la extrema izquierda a la derecha más conservadora, busca convertirse en oposición firme al 'Teofilato'. Sus intenciones son nobles -el acceso de la ciudadanía a las instituciones, acabar con el bipartidismo a través de la tercera vía-, y no creemos que busque reproducir la jugada de Ciudadanos por San Fernando, que provocó una sangría electoral al PP isleño.

Teófila Martínez mirará este foro con indiferencia; quiere inaugurar el segundo puente y designar a su delfín antes de marcharse a casa. Sabe que será reelegida alcaldesa, salvo fuerza mayor. Y por fuerza mayor me refiero a la improbable posibilidad de que se presente como candidata la Esteban. De hacerlo, eso sí, habría cambio de rubia en San Juan de Dios. Y todos lo sabemos.