Asesinan a un niño de tres años en un horrible crimen mafioso en Italia

Un crimen horroroso logró romper ayer al menos por un día la rutina crónica con que ya se ventilan en Italia los delitos mafiosos, aunque en muchos medios no llegó a pasar de noticia de segunda fila. En Cassano allo Jonio, un pueblo de Calabria, tierra de la 'ndrangheta, la organización criminal italiana más temible, aparecieron tres cadáveres calcinados en un coche incendiado en una zona rural. Eran de un hombre de 52 años, Giuseppe Iannicelli, con antecedentes de prisión y presuntamente mezclado en el narcotráfico, su compañera de 27 años, una joven marroquí, y su nieto, un niño de tres años. Lo tenía a su cuidado porque sus padres están arrestados también por tráfico de droga. Les mataron a tiros y luego les prendieron fuego. El pequeño Nicola murió en su sillita del coche.

Según los investigadores se ha llegado a esta espantosa barbaridad en un ajuste de cuentas por una deuda no pagada en un negocio de droga. Sobre el coche había una moneda de 50 céntimos, uno de esos mensajes en clave mafiosos que firma y explica un crimen. Los asesinos habrían citado a Iannicelli para ejecutarle con una emboscada y tal vez él, sospechando algo, pensó que si iba con su novia y el niño no se atreverían a hacerlo. Se tuvo noticia de su desaparición el pasado viernes, aunque el coche con los cuerpos no fue encontrado hasta el domingo, por un cazador. El cadáver de Iannicelli estaba encerrado en el maletero.

No obstante, sobre los autores la Policía es cautelosa y, de hecho, el fiscal de la Dirección Nacional Antimafia de Reggio Calabria, Nicola Gratteri, expresó ayer sus dudas: «Quizá es inapropiado hablar de 'ndrangheta en este caso, la que yo conozco está muy atenta a no cometer estos errores». La Mafia, y también la calabresa, se asienta en gran parte en el consenso social y raramente incurre en delitos tan feroces, que incluyan a mujeres y niños entre sus víctimas.