La mayor migración interna de la historia
El 53% de la población del país se concentra en las ciudades y sólo en 15 años unos 300 millones de personas han dejado las zonas rurales
SHANGHÁI.Actualizado:Nunca antes se había producido un proceso de urbanización ni tan rápido ni de tal magnitud como el de China. Actualmente, el 53% de sus 1.400 millones de habitantes viven en las ciudades. No es un porcentaje muy elevado si se compara con el de los países desarrollados, pero basta con enfrentarlo al de hace sólo 15 años para darse cuenta de la velocidad a la que se producen los cambios: en 1999, el 70% vivía en zonas rurales. Eso quiere decir que unos 300 millones de personas han cambiado el campo por el asfalto en este tiempo. Y se estima que otros tantos ciudadanos pueden hacer lo propio en la próxima década.
Esa transformación está provocada por la profunda reforma del modelo económico del país, que necesita de mano de obra para mantener el crecimiento en los sectores de la industria y de los servicios, y ha sido liderada por gente joven que ha escapado del feudalismo comunista para abrazar el capitalismo más consumista. El problema es que ni la sociedad ni el Gobierno han sido capaces de asimilar este vuelco: las costumbres han cambiado, pero han sido reemplazadas por un caos regulatorio y un vacío moral.
En el plano sexual, el contraste impresiona. La juventud se ha liberado del recato tradicional, pero recibe una educación sexual y reproductiva que diferentes analistas consideran entre las peores del planeta. Además, continúa siendo ilegal tener hijos fuera del matrimonio. Eso lleva a la práctica habitual de abortos -en muchas ocasiones sin las medidas adecuadas a pesar de ser legal- y al abandono masivo de bebés. Sobre todo entre las jóvenes que han emigrado a la gran ciudad y que son incapaces de hacerse cargo de ellos.