Sociedad

Hollywood se afinca en las cloacas de Wall Street

La última película de Scorsese se suma a una larga retahíla de títulos que escarban en los traposmás suciso de los tiburones de las finanzas

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Leonardo DiCaprio acaba de ganar su segundo Globo de Oro gracias a Jordan Belfort, 'El lobo de Wall Street' al que pone rostro en el filme de Martin Scorsese que llegó el viernes a la cartelera española. Una película con la que el director de 'Infiltrados' se interna por primera vez en los entresijos del poder económico de 'guante blanco' y que ha colocado a su actor fetiche entre los candidatos a un Oscar que hasta ahora se le ha resistido. Pero si bien para Scorsese éste era terreno ignoto, no lo es, desde luego, para una industria de Hollywood acostumbrada a mirar hacia el distrito financiero de Nueva York en busca de historias plagadas de ambición, dinero, sexo y sangre. Oliver Stone ya lo hizo en sus dos 'Wall Street' y su memorables Gordon Gekko interpretado por Michael Douglas. En 'Margin Call' (2011), J. C. Chandor dirige a un poderoso reparto encabezado por Kevin Spacey, Demi Moore, Paul Bettany y Jeremy Irons donde se adentra en los despachos de un banco de inversión justo cuanto está a punto de producirse el cataclismo que sumirá al mundo en su más desesperada situación económica desde la Gran Depresión.

En 'El informador' (2000), Ben Younger enseña cómo cientos de jóvenes se lanzan al mundo de las finanzas, cegados por el afán de un rápido enriquecimiento. Las elevadas comisiones que pueden depararles los negocios en los que se aventuran son una razón más que suficiente para abandonar cualquier prejuicio moral. No importa quién esté al otro lado del teléfono ni qué necesite realmente. Lo único que tienen presente es el fajo de billetes que se alza ante sus ojos. Así ocurre con los protagonistas de esta cinta que pone al descubierto el 'modus operandi' de los chiringuitos financieros. Otro ejemplo fueron los 'Lobos de Wall Street' de David DeCocteau, donde William Gregory Lee se metía en la piel de un joven 'broker' que descubre que moverse en estos círculos lleva aparejado un importante coste personal.