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La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, durante su visita a las tropas en Mazar-i-Sharif, en Afganistán. :: JOHANNES EISELE / AFP
MUNDO

Ursula amplía la familia

La ministra alemana de Defensa, madre de siete hijos, impulsa la conciliación laboral y personal entre los militares

JUAN CARLOS BARRENA
BERLÍN.Actualizado:

Nunca un titular alemán de Defensa se había estrenado en el cargo con el respaldo inmediato de la tropa. Ursula von der Leyen, la primera mujer al frente del Bundeswehr, el Ejército federal, ha conseguido en un tiempo récord seducir a los ásperos y siempre desconfiados militares germanos con promesas inéditas de conciliación de la vida cuartelaría con la familiar. «Mi meta es convertir el Bundeswehr en una de las empresas más atractivas de Alemania», dijo la ministra, cuyo objetivo prioritario «es compatibilizar el servicio y la familia». Madre de 7 hijos, doctora en Medicina, responsable de Familia en el primer Gabinete de Angela Merkel y de Trabajo y Asuntos Sociales en el segundo, pocos apostaban por ella como responsable de Defensa en la tercera legislatura de la canciller.

La cartera de Defensa tiene fama en Alemania de ser un asiento catapulta como el de los aviones de combate. La lista de antiguos titulares que por uno u otro motivo han salido despedidos y tenido que dimitir es larga. Sin embargo, la mujer de aspecto frágil, pero carácter enérgico, ha conseguido entrar en el cargo con muy buen pie y dejando a propios y extraños con la boca abierta. El teniente coronel André Wüstner dice que Von der Leyen tiene «madera de estrella». El jefe del Bundeswehrverband, la asociación que defiende los intereses de los soldados, asegura que la política cristianodemócrata «despierta, con lo que dice, grandes esperanzas en la tropa. Suena demasiado bien para ser verdad». Y no le falta razón.

El mismo día de su nombramiento a mediados de diciembre acudió al debate televisivo de máxima audiencia en Alemania para explicar cuáles eran sus objetivos prioritarios: garantizar que los militares sigan teniendo el respaldo de la sociedad, preocuparse de los soldados con traumas posbélicos tras servir en misiones en el extranjero y hacer que las condiciones laborales de uniformados y uniformadas sean más acordes con la vida familiar. Una semana después realizó su primera visita a las tropas alemanas en Afganistán, donde soltó frases tan contundentes como «lo más importante es la persona y no el coste del material», dando a entender que la seguridad de los soldados tiene absoluta prioridad y que no reparará en gastos de equipamiento para garantizarla.

Sus intervenciones desde entonces están llenas de palabras como «Ejército federal moderno y capaz», «respeto», «reconocimiento» y «gracias», muchas gracias a los militares por su trabajo. El teniente coronel Wüstner considera que Ursula von der Leyen tiene la oportunidad de dar nueva vida a la llamada «dirección interna» del Bundeswehr, la filosofía de mando y la cultura empresarial del Ejército. Sabe imponerse y es un peso pesado en política. Muchos la consideran delfín y sucesora potencial de Merkel, que depositó sin dudarlo en sus hombros la responsabilidad de culminar la todavía en marcha reforma de las Fuerzas Armadas. Su antecesor, Karl Theodor zu Guttenberg, aquel socialcristiano bávaro que dimitió por plagiar su tesis doctoral, inició el severo proceso de recorte de gastos y reestructuración, con el anuncio de cierre de numerosos cuarteles y bases, lo que supuso una conmoción para los profesionales militares.

Jornadas reducidas

El anterior titular de la cartera, Thomas de Maiziére, tuvo que aguantar la tormenta de ira de los afectados por cambios radicales que no sólo alteran su vida cuartelaría, sino que conllevan, en muchos casos aún, grandes sacrificios familiares. Bajo su mandato se consumó el fin del servicio militar obligatorio y se ejecutó una política severa de ahorro. Y a Ursula von der Leyen le toca, por fortuna para ella, encarrilar la fase de adaptación, en la que, como ya ha anunciado personalmente, tratará de preocuparse de satisfacer las necesidades personales de los militares y sus familias. Su experiencia sucesiva como ministra de Familia y de Trabajo y Asuntos Sociales le será de gran ayuda y su apuesta por acercarse al Bundeswehr subrayando su deseo de abordar las cuestiones que más preocupan a los soldados demuestra que es una política inteligente.

Von der Leyen quiere que los militares puedan trabajar con jornadas laborales de horario reducido o semanas recortadas por motivos familiares, sin que por ello «pierdan la oportunidad de hacer carrera». La ministra piensa incluso «en cuentas de vida laboral en las que se registren las horas extraordinarias y de las que se puedan gastar días libres para cuidar a niños pequeños o atender familiares ancianos». Asimismo quiere limitar los traslados a lo imprescindible, ya que «hacer carrera en el Bundeswehr no puede tener como regla estar siempre de servicio y cambiar de domicilio cada dos años».

Siempre además teniendo en cuenta a la pareja del militar afectado, en muchos casos con otros empleos a los que deben renunciar con frecuencia forzosamente. «Pienso revisar minuciosamente el sistema de traslados automáticos cada dos o tres años», dijo la titular de Defensa, quien reconoce que «hacer una carrera vertiginosa también conlleva en los grandes consorcios económicos cambios frecuentes de puesto y domicilio, pero la cuestión es si eso tiene sentido para la gran mayoría de los soldados».

Hasta que ponga en marcha esas reformas, Ursula von der Leyen quiere empezar desde ya con la atención a los más pequeños y el cuidado de los hijos de militares aún no escolarizados en los propios cuarteles. Apuesta por la creación de guarderías y la contratación de lo que en Alemania llaman 'madres de día' para cumplir ese objetivo. «Se trata de una forma especialmente flexible del cuidado de niños y tenemos además la gran ventaja de que en muchos cuarteles hay espacio de sobra», ha explicado reiteradamente la ministra, tanto ante el Bundestag, el Parlamento federal, como en sus intervenciones directas ante las tropas.

Las reacciones han sido mayoritariamente positivas. El comisionado del Bundestag para el Ejército federal, Hellmut Königshaus, celebró las propuestas de Von der Leyen para que la reforma del Ejército se haga pensando en la vida familiar de los soldados. Harán más «atractiva» la pertenencia a la tropa, dijo el político liberal, para el que la dureza del servicio de armas debe ser compensada con mejoras en su entorno privado. Desde las filas de los socios socialdemócratas en el Gobierno federal, el presidente de la comisión parlamentaria de Defensa, Hans Peter Bartels calificó de «correctos y urgentes» esos planes.