Una «aventura» poco competitiva en un país con un 7% de desempleo
BERLÍN. Actualizado: GuardarDesde que en marzo de 2011 terminó el servicio militar obligatorio en Alemania, el Bundeswehr, el Ejército federal, tiene problemas para completar sus filas con voluntarios y profesionales. Y eso que los militares germanos desarrollan amplias campañas en medios escritos y audiovisuales para atraer a jóvenes dispuestos a «nuevas aventuras» y a prepararse en sus escuelas de formación profesional y universidades. Incluso cuadruplicaron en 2013 sus gastos publicitarios hasta más de 20 millones de euros anuales para seducir a la juventud y convencerla de los beneficios del servicio de armas.
La reforma del Ejército federal prevé lograr un contingente de 170.000 soldados profesionales y entre 5.000 y 15.000 voluntarios para su servicio militar temporal. Sin embargo, el antiguo jefe de planificación en el Ministerio de Defensa, Hans Rühle, considera las previsiones de personal «irreales y utópicas demográficamente», entre otras cosas porque no funciona el servicio de voluntarios.
Rühle explica en un estudio que entre el 25% y el 30% de los voluntarios renuncia a la plaza en los tres primeros meses de servicio, antes de finalizar el periodo de prueba, y que más de la mitad de esa tropa temporal se compromete por no más de 15 meses, con lo que se pierde esa fuerza militar poco después de acabar su formación y especialización. De los hasta 15.000 voluntarios que se desea reclutar al año sólo se apuntan unos 5.000, a los que hay que restar, además, las bajas citadas. Y problemas similares pueden apreciarse en el reclutamiento de profesionales.
En un país en el que el desempleo no alcanza el 7% de la población y donde la industria paga buenos sueldos, el Ejército pierde atractivo y más cuando todos saben que sus profesionales se preparan para matar y dejarse matar en misiones en el extranjero que no siempre gozan de aceptación popular. «El Bundeswehr debe esforzarse para conseguir personal, ya que ya nadie se apunta por el salario», reconoce un responsable de la oficina de reclutamiento.
Ursula von der Leyen quiere, al parecer, aumentar el atractivo de las Fuerzas Armadas con sus planes para tener más en cuenta las necesidades personales y familiares de sus soldados.