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Messi, preocupado tras una jugada errada. / Afp
FÚTBOL | Primera División

Vuelven las dudas al Barça

Los culés no pudieron con un correoso Levante y sumaron su segundo empate consecutivo

CRISTIAN REINO
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Un Barça plano, con poca pegada y falto de ideas se llevó este domingo un pírrico punto del Ciutat de Valencia ante un Levante muy correoso, que supo jugar sus armas y consiguió neutralizar las virtudes de los catalanes con presión, rigor táctico, acierto defensivo y poniéndole una velocidad más que el contrario.

El cuadro catalán fue un espejismo del equipo que logró 50 puntos en la primera vuelta y encabezó la clasificación desde la primera jornada, en la que le goleó con sonrojo al Levante. Ahora, los de Martino, tras encadenar dos empates consecutivos a domicilio, no sólo han frenado el ritmo frenético al que habían sometido al pelotón en la primera mitad de campeonato, sino que además dan alas al Real Madrid. La Liga está que arde. Un punto y un partido pendiente entre ellos en el Bernabéu separa a los dos gallitos de la liga española, lo que anticipa un campeonato de altos vueltos, al menos en la emoción, y con el Atlético entre ellos.

El caso es que el Barça acudía al campo del Levante con la presión de la victoria del Madrid en la víspera y o no supo administrar esa circunstancia o cayó en la trampa de Joaquín Caparrón, un viejo zorro del fútbol. El de Utrera le ganó la partida a Martino. Pero esa no fue la única razón que explica que el Barcelona no fuera capaz de imponerse a los valencianos. Con Messi, Pedro y Alexis en ataque, careció de la pegada de la que hace gala en la mayoría de partidos. El argentino tuvo dos o tres claras, pero no resolvió con la claridad que acostumbra. Al de Rosario se le vio frío, ausente y aún en pleno rodaje. Pedro y Alexis, que pasaban por ser los azulgrana más en forma, no pudieron con la defensa levantina, bien organizada y que nunca se veía sorprendida en una inferioridad. Los de Martino llegaban hasta el borde del área, pero ahí se acababa su ataque. A los blaugranas les faltó precisión en el último pase, frescura y ser menos previsibles. La disposición táctica de Caparrós quizá les obligó a ello. Xavi y Cesc tampoco tuvieron su día.

El partido acabó bastante mal para los azulgrana, pero empezó mucho peor. El sistema planteado por Caparrós, con una defensa que la mayoría de las veces cerraba con tres centrales y en ocasiones hasta con cuatro y acumulaba hombres con sentido, para evitar las entradas de la segunda línea culé, confundió a los azulgrana, que no acabaron de encontrar la llave para abrir el castillo levantino. Además, los valencianos dieron primero. El Barça había apuntado en los minutos iniciales un arranque más dinámico, abriendo el juego por las bandas y creando peligro con Pedro y Alexis, sin embargo se encontró con un tanto en contra a las primeras de cambio. Vyntra, de cabeza, tras un saque de esquina, sacó los colores a la defensa catalana y puso el partido patas arriba.

Al cuadro catalán le tocó remar a contracorriente. Poco después, Piqué se resarció de su error en el tanto del Levante con un gol similar, de cabeza, y también a la salida de un córner. Minuto 20 y el partido empezaba de nuevo. Sin embargo, el marcador ya no se movió y el panorama cambió bien poco. Los de Caparrós presionaron con un centro del campo muy físico y salieron rápido, buscando a Pedro López y El Zhar. Juego embarullado, sin demasiado control, ni un dominador claro. El Barça cayó en las redes de Caparrós y precipitó sus acciones de ataque.

En la segunda parte, el Levante cedió más terreno al Barça. Retrasó posiciones, defendió con más efectivos y esperó más cerrado. El partido se convirtió en un ida y vuelta, que parecía beneficiar al Barcelona, que es el equipo con más pegada, pero no fue así. Los blaugranas creaban más peligro y sin embargo no resolvían, el Levante, en cambio, tenía más espacios, lo que igualaba el choque. Valdés y Navas ganaron la partida a los delanteros y el empate hizo justicia a ambos.