El soterramiento de la CA-33 permanece en punto muerto
La plataforma creada contra los ruidos de la autovía sigue enviando escritos a la Unión Europea que afirme que la solución pasa por Fomento
SAN FERNANDO.Actualizado:Cuentan con informes que les dan la razón. El ordenamiento jurídico también está de su lado y estamentos como el Parlamento Europeo consideran que existen fundamentos suficientes para atender a sus reclamaciones. Lo que no hay es dinero y por ello, los vecinos del tramo entre el puente de Jesús del Gran Poder y la Glorieta tendrán que seguir soportando el incesante ruido del paso continuo de vehículos por la autovía CA-33. La plataforma creada para exponer sus quejas 'Pro soterramiento autovía', continúa mandando escritos a la Unión Europea para pedir amparo ante su situación, sobre todo tras aceptarse un expediente sobre su causa, que aún no se ha resuelto, si bien desde el estamento europeo se manifiesta que se trata de un problema español cuya solución se encuentra en manos del Ministerio de Fomento. Incluso se les aconsejó que se acogieran al Nuevo Plan de Acciones Contra el Ruido, pero no hay noticias ni novedades al respecto.
Y si depende de Fomento, el Ministerio dejó claro en un informe de diciembre de 2012 que no piensa realizar ninguna inversión para resolver este problema. «Conllevaría un elevado coste que no está justificado de modo alguno, dado que por un lado el problema acústico persistirá por las nuevas vías a construir sobre el soterramiento, y por otro, se debe tener en cuenta el descenso de la intensidad de la circulación en la CA-33 una vez se ponga en servicio el vuevo puente sobre la Bahía».
El problema llegó a Europa de manos de los populares y se implicó de forma directa el alcalde, José Loaiza, que dijo que se resolvería cuando el Partido Popular llegara al poder en «la ciudad, Andalucía y España». En dos de los tres supuestos se ha cumplido tal condición, precisamente en una en la que depende el conflicto, pero tampoco ha habido ninguna novedad política al respecto. Las condiciones económicas no permiten que se trate esta cuestión ante el elevado coste que supone la actuación, que cuenta con un proyecto elaborado por el propio Ayuntamiento.
Los vecinos esperaban al menos que se pudiera adelantar el trabajo de informes, estudios y todo los trámites necesarios para el soterramiento a la espera de la financiación, pero no se ha realizado nada. Permanece en punto muerto y así será durante mucho tiempo a tenor del informe elaborado por Fomento en 2012.
Lo curioso es que en otros escritos elaborados por el Ministerio se reconoce que la autovía CA-33 tiene un tráfico medio de 18 millones de vehículos al año (unos 50.000 al día) convirtiéndose en la segunda, después de la SE-30, en volumen de tráfico medio anual en Andalucía occidental. Además ocupa el primer puesto en número de viviendas afectadas que soportan valores superiores a los 75 decibelios y en valores que van de los 70 a los 74 decibelios con 300 y 800 viviendas respectivamente.
Del Plan de Acción Contra el Ruido de Fomento se desprende que, teniendo en cuenta el área en kilómetros cuadrados de la zona afectada, 4.600 viviendas y 11.500 personas están expuestas a niveles de ruidos superiores a los 55 decibelios. Además, en un área de tan sólo 0,85 Kilómetros cuadrados, unas 100 viviendas y 300 personas tienen que soportar niveles de ruidos superiores a los 75 decibelios. Unos valores que están diez veces por encima de lo permitido.
La única solución que se dio fue el apantallamiento entre la carretera y las viviendas, pero nada más producirse su instalación los vecinos se quejaron de que no se había disminuido el ruido, e incluso había viviendas que ahora lo notaban más. Vídeos en la web, escritos, mediciones. La razón la tienen pero la solución no llega.