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Economia

Bruselas receta reducir diferencias entre trabajadores fijos y temporales

El presidente de la Comisión Europea pide a España que evite caer en «triunfalismos» mientras persista la elevadísima tasa de desempleo actual

CÉSAR CALVAR
MADRID.Actualizado:

La Comisión Europea recetó ayer al Gobierno de Mariano Rajoy otra vuelta de tuerca en la reforma laboral que aprobó en febrero de 2012, para acabar con «un inaceptable nivel de desempleo en España» (en torno al 26%) que compromete la salida de la crisis. Tras mantener una reunión y un almuerzo en el palacio de la Moncloa con el jefe del Ejecutivo y los ministros de Empleo, Economía, Hacienda y Asuntos Exteriores, José Manuel Durao Barroso señaló que las medidas encaminadas a reducir el paro, sobre todo entre los jóvenes, «han de continuar». Pidió, en concreto, avanzar en la reforma laboral con medidas para reducir la actual «desigualdad» que existe entre las condiciones de los trabajadores con contratos fijos y los temporales.

La exigencia del presidente de la Comisión Europea fue cualquier cosa menos improvisada. Durao Barroso llegó a la comparecencia con la receta preparada en un papel que leyó al ser preguntado por las medidas que, a su juicio, necesita el país para afrontar su principal problema, los casi seis millones de parados (5.904.000, según la última Encuesta de Población Activa). En ese sentido, alabó los resultados de la reforma laboral implementada por el Gobierno del PP porque ha servido para moderar sueldos y abaratar los costes de los despidos. Aún así, señaló que «los esfuerzos han de continuar», sobre todo para atajar el desempleo juvenil. «Es de interés para España», zanjó.

La propuesta de Durao Barroso es una constate reivindicación de las organizaciones patronales desde que estalló la crisis económica. CEOE llegó a pedir hace unos años la creación de un contrato único en su anterior etapa bajo el mandato de Gerardo Díaz-Ferrán. La actual dirección que encabeza Juan Rosell parece haberse alejado de esa demanda. El propio Rosell fue muy crítico cuando el comisario europeo de Empleo, el húngaro Lázslo Ándor, lanzó en mayo de 2013 la propuesta de introducir un «contrato único» durante una visita que realizó a Madrid. Rosell, que sí apoya fórmulas para reducir la dualidad entre fijos y temporales y también para simplificar el número de contratos existentes, se sumó entonces a las críticas que Gobierno y sindicatos dedicaron al comisario y llegó a preguntarle si en su país existe el tipo de contrato que pide para España.

Indicadores positivos

Durao Barroso felicitó «a España por sus reformas» para salir de la crisis y destacó las señales que, en forma de «indicadores positivos», ha emitido en las últimas semanas la economía española. Entre ellos destacó la prima de riesgo, que hace unos días marcó su valor más bajo en año y medio; la buena marcha de las exportaciones; la salida del país del programa de rescate al sector financiero y los indicadores de confianza y de competitividad que apuntan ya a un cambio de ciclo.

El jefe del Ejecutivo de la UE deseó que esa realidad pueda ser percibida «dentro de poco» por los hogares en forma de unas mejores condiciones de vida. No obstante, insistió en que esos «datos esperanzadores no deben hacer olvidar a los españoles que «estamos en un momento muy sensible todavía», por lo que no conviene caer en «triunfalismos» ni «relajarse».

Durao Barroso pidió asimismo concluir con con éxito la reforma pendiente del sistema fiscal para hacerlo «más favorable» a la generación de crecimiento y de puestos de trabajo. Sobre el caso concreto del IVA, aseguró que «no es la intención» de la Comisión Europea exigir una subida de gravámenes.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy aprovechó el discurso plagado de parabienes y felicitaciones de su invitado para poner también en valor los cambios que se han producido en el seno de la economía española. De cara al futuro, destacó su intención de diseñar un sistema tributario más simple, que garantice la suficiencia recaudatoria. Rajoy explicó que el plan de reformas que remitirá el Ejecutivo en abril a Bruselas incluirá medidas para potenciar el desarrollo social (prometió, en concreto, ayudar a familias y discapacitados); la flexibilización del régimen de las entidades de capital riesgo; iniciativas para fomentar la competitividad en los mercados energético y de transportes y decisiones para profundizar en la disciplina fiscal de las administraciones públicas, como la puesta en marcha de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. «Lógicamente, quiero hacer las reformas que consigan la creación de empleo», resumió el presidente.