Organizaciones sociales protestarán el 1 de febrero contra la ley del aborto
Gallardón inisiste en que la líneas maestras del anteproyecto se mantienen aunque está abierto a «mejoras» puntuales
MADRID.Actualizado:La primera gran protesta ciudadana en contra de la reforma de la ley del aborto que impulsa el Gobierno ya tiene fecha, lugar y recorrido. La cita será el sábado 1 de febrero al mediodía, en Madrid, desde la estación de Atocha hasta las puertas del Congreso de los Diputados, donde la Plataforma Decidir nos hace Libres entregará una carta dirigida al presidente de la Cámara baja, Jesús Posada, a los ministros Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Mato y a los grupos parlamentarios para insistir en su postura en contra de una reforma que consideran innecesaria y que va en contra de las mujeres.
«Como ser humano me niego a aceptar una maternidad forzada y un régimen de tutela que condena a las mujeres a la minoría de edad sexual y reproductiva», asegura la misiva que ha sido escrita por la filósofa y profesora Alicia Miyares. «Exijo que se mantenga la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo por favorecer la autonomía moral, preservar la libertad de conciencia y garantizar la pluralidad de intereses de todas las mujeres», termina la carta.
Una protesta que comenzó como un pequeño acto de rechazo en Asturias. La tertulia feminista Les Comadres de Gijón y Mujeres por la Igualdad de Barredos decidieron convocar 'El Tren de la Libertad' para protestar contra el anteproyecto gubernamental y que partirá desde la ciudad asturiana el 31 de enero para llegar a Madrid en la mañana del 1 de febrero. Las 150 plazas del convoy se agotaron ayer, pero a la iniciativa se le han ido sumando diferentes organizaciones de toda España y de Francia, que también han anunciado su apoyo a los grupos feministas.
Además, en París se producirá una protesta similar a la que se realizó cuando el Consejo de Ministros aprobó el texto presentado por el titular de Justicia, que ayer mismo reconoció en la Cope que el texto está abierto a algunas «mejoras». Pero las líneas maestras del texto de los dos supuestos se mantiene intacto. «Las mejoras no desvirtuarán un proyecto que enlaza con el discurso del partido, que no es improvisado y que no está construido en el último cuarto de hora político sino que es un relato de defensa de la vida en el que en el PP llevamos trabajando diez años», comentó el titular de Justicia, que criticó a los socialistas por considerar el texto como «conservador». «No muy tarde surgirán voces de la izquierda que admitan que se equivocaron», apuntó Ruiz-Gallardón.
Sin comparecencias
El titular de Justicia y su colega de Sanidad no tendrán que explicar en el Congreso de los Diputados los motivos que han llevado al Ejecutivo a plantear este cambio legislativo. La mayoría absoluta del Partido Popular echó abajo, en la Diputación Permanente, las peticiones de PSOE, IU y BNG para las comparecencias de Gallardón y Mato y la solicitud socialista de retirada del proyecto gubernamental.
Elena Valenciano insistió durante el debate en el retroceso que supone el texto del Ejecutivo. «Nos quieren llevar tres décadas atrás por una exigua minoría de la sociedad española. Un retroceso sin precedentes porque este Gobierno ha decidido dejarse arrastrar por el ala dura, la misma que se opuso a las leyes de 1985 y 2010», comentó la número dos del principal partido de la oposición. «Dejar de ser libre cuando una lo ha sido antes es casi insoportable y las mujeres españolas somos muy sensibles al ruido de las cadenas», añadió durante la defensa de sus peticiones.
Por su parte, la responsable de Igualdad en el PP, Sandra Moneo, acusó a los socialistas de tratar a las mujeres como «cartón piedra» y les acusó de tratar como «intrascendente» una interrupción del embarazo. «La mujer quiere alternativas para no tener que abortar y eso no les importa y huyen de la realidad, destierran el debate científico, ético y jurídico», comentó la portavoz popular. El resto de la oposición también solicitó la retirada de la ley.